LONDRES 2012

La llama olímpica vuelve a arder tras su apagón

El fuego fue trasladado tres días después de la inauguración a un controvertido emplazamiento definitivo que ha levantado polémica entre los visitantes

SPORT.es / EFE

El fuego olímpico fue trasladado, tres días después de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, al controvertido emplazamiento definitivo que ocupará durante todo el evento, informaron este lunes los organizadores.

El pebetero de 8,5 metros de altura fue movido la noche del domingo del centro del Estadio Olímpico a un lugar ubicado por encima de la línea de meta de las pruebas de velocidad en el extremo sur del estadio.

La mañana del lunes la llama, que fue apagada para su traslado, fue encendida nuevamente.

El fuego olímpico, que no puede apagarse nunca, fue guardado mientras tanto en una farola durante la noche.La ubicación del fuego, inspirada en la que tuvo en el estadio de Wembley en los Juegos de 1948, es controvertida. El fuego no se ve desde fuera del Estadio Olímpico.

Sólo los atletas que disputan sus competencias allí están cerca de él.

Los deportistas de las otras 25 disciplinas y los espectadores y habitantes de Londres sólo lo pueden ver a través de una pantalla de video."Nunca lo previmos como atracción turística", explicó el jefe de la organización, Sebastian Coe.

El artista Thomas Heatherwick trabajó dos años en el pebetero. Se conforma de 204 brazos extendidos, a los cuales hay adherido un platillo de cobre.

Los brazos -que representan a los países participantes- unen los platillos ardientes en un único fuego de la unidad.

Tras la ceremonia de clausura, cada país se llevará su platillo a casa.

La Organización asegura que ubicación del pebetero recuerda la de Juegos 1948

El pebetero, formado por 204 pétalos gigantes en representación de los países participantes en Londres.

Sin embargo, su ubicación ha sido objeto de polémica ya que, por primera vez en la historia reciente de los Juegos, no se ve desde fuera del Estadio Olímpico.

"No es verdad que el pebetero no se pueda ver, todo el mundo tiene acceso a él gracias a la tecnología moderna. Con la televisión, internet o las pantallas gigantes todos pueden verlo durante 24 horas al día", explicó Brock-Doyle.

"Ya desde antes de la inauguración conocíamos la ubicación de la llama, queríamos que estuviera en un lugar similar al que tuvo en los Juegos de 1948 y por eso se diseñó así. Es una zona más íntima", añadió la responsable de comunicación del LOCOG.

El presidente del Comité Organizador, el británico Sebastian Coe, aseguró ayer que éste "no se creó como una atracción para turistas" y que esa no era "la filosofía original de la llama".