De Lorz a Moussambani

La historia de los Juegos Olímpicos, en anécdotas: De la 'antorcha explosiva' a la 'espada con truco'

El repaso a la historia de los Juegos Olímpicos revela un sinfín de curiosidades que serían imposibles de resumir en poco espacio. Aquí ofrecemos diez de ellas

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UN CAMPEÓN DE MARATÓN... MOTORIZADO

Ocurrió en los Juegos Olímpicos de St. Louis, en 1904. 32 atletas participarón en la prueba de maratón. Entre ellos, el estadounidense Fred Lorz, quien fue el primero en cruzar la línea de meta. Vitporeado por los espectadores e incluso fotografiado junto a la hija del presidente Roosevelt, Lorz pasó de héroe a villano cuando se supo que habia cubierto 18 de los 42,195 kms. de la prueba en el automóvil de su preparador. La trampa le costó no solo la vrgüenza del momento, sino una sanción de por vida que fue levantada al arrepentirse públicamente de su error.

DE LA PISCINA OLÍMPICA A LA GRAN PANTALLA

Todo el mundo conoce a Johnny Weissmuller por su papel de 'Tarzán' en la gran pantalla. pero lo que no todos saben es que Weissmuller fue un excelente nadador que cosechó cinco medallas de oro y una de bronce en dos ediciones de los Juegos Olímpicos. En los de París en 1924, subió a lo más alto del podio en las pruebas de 100 libres -fue el primer hombre que bajó del minuto en esta prueba-, 400 libres y en relevos 4x200 libres. También formó parte del equipo de waterpolo estadounidense que conquistó el bronce. En Amsterdam'28 se colgó el oro en 100 libres y el relevo 4x200. Curiosamente, el primer nadador italiano que bajó del minuto en la misma prueba que Weissmuller también fue olímpico, aunque no conquistó ninguna medalla. Se llamaba Carlo Pedersoli pero años más tarde también dio el salto a la gran pantalla con gran éxito y utilizando el nombre de... Bud Spencer.

LOS INVENTORES DEL 'GOL OLÍMPICO' Y LA 'VUELTA OLÍMPICA'

Los Juegos Olímpicos han dado nombre a dos acciones futbolísticas. Cuando un futbolista marca un gol directamente en un lanzamiento de córner, se dice que ha marcado un 'gol olímpico'. El origen del término se debe al tanto logrado por el futbolista argentino Cesáreo Juan Onzari, durante un amistoso entre la albiceleste y Uruguay en octubre de 1924, poco después de que los charrúas se proclamaran campeones del torneo olímpico en París. En un principio, bautizaron a aquel tanto como 'gol a los olímpicos', hasta que con el tiempo la denominación se quedó en 'gol olímpico'. Meses atrás, después de que Uruguay derrotara a Suecia por 3-0 en la final olímpica celebrada en Colombes, los charrúas agradecieron los vítores del respetable dando una vuelta entera al estadio saludando. Con el tiempo, cuando se conquista un título, se festeja con lo que desde entonces se conoce como la 'vuelta olímpica'.

LOS JUEGOS OLÍMPICOS EN MELBOURNE... PERO LA HÍPICA, EN ESTOCOLMO

En 1956, los Juegos de la decimosexta Olimpíada tenían como sede la ciudad australiana de Melbourne. Era la primera vez que la cita olímpica se celebraba en Oceanía. Sin embargo, no todas las medallas se decidieron en tierras australianas. La competición hípica de los JJ.OO. de 1956 tuvo que disputarse en la capital sueca, Estocolmo, por las restricciones del gobierno australiano con la entrada de caballos al país. La cuarentena obligó al Comité Internacional Olímpico a aportar una solución indédita hasta la fecha, que fue la disputa de pruebas olímpicas en dos países diferentes. Hubo dos recorridos de la antorcha olímpicapor ese motivo. La competición hípica se realizó en el mes de junio y el resto de deportes, entre noviembre y diciembre.

CÓMO GANAR UN ORO OLÍMPICO DESCALZO

En 1960, el etíope Abebe Bikila vio cómo la medalla de oro de la maratón masculina colgaba de su cuello después de su épica gesta en un recorrido por la Roma monumental, con llegada en el Arco de Constantino. Bikila realizó toda la prueba descalzo ya que ninguna de las zapatillas que le suministraron para realizar la maratón no le iban bien. El atleta africano decidió correr de la misma manera que había entrenado para participar en esta carrera: con los pies desnudos. Y ganó con solvencia, colgando en su cuello el primer oro de su carrera. Cuatro años después, en Tokio, repitió la gesta ya con zapatillas... si bien seis semanas antes de la prueba había sido operado de apendicitis.

UNA MEDALLA QUE ACABÓ EN EL RÍO

En aquellos Juegos Olímpicos de Roma, un joven boxeador estadounidense llamado Cassius Clay ganó la medalla de oro en la categoría de los pesos pesados tras derrotar en el combate final al polaco Pietrzykowsk. Pero Clay formaba parte de una sociedad estadounidense en la que la diferencia entre blancos y negros se dejaba notar. El boxeador explicó en su biografía que tras ser recibido como un héroe en su Louisville natal, acudió a un restaurante 'para blancos' donde una camarera se negó a atenderle pese a su fama. Enfadado por lo que sucedió, el púgil arrojó su medalla al río Ohio en señal de protesta. Con los años, Cassius Clay (o Muhammad Ali) se convirtió en el mejor boxeador del mundo y uno de los mayores luchadores por los derechos de la raza negra.

AQUEL RELEVO 'EXPLOSIVO' DE LA ANTORCHA EN BARCELONA

En algunas ocasiones, realizar un relevo con la antorcha olímpica tenía sus riesgos. Y si no, solo hay que repasar lo que sucedió durante el recorrido del fuego encendido en Olimpia antes de los JJ.OO. de México, en 1968. El 31 de agosto de aquel año, la antorcha llegó a Barcelona para iniciar su recorrido por España. Al día siguiente, el atleta y preparador Gregorio Rojo estaba preparado para realizar su relevo en la Diagonal, a la altura de la calle Tuset. Cuando el hijo del presidente de la Federación Barcelonesa de Atletismo, apellidado Mariana, pasó el fuego a la antorcha de Rojo, ésta explotó provocándole quemaduras y creando el evidente desconcierto. Pese a la aparatosidad del accidente, el atleta se recuperó en un mes. El motivo de la explosión -que no fue la única durante todo el recorrido-  fue el combustible utilizado para que la llama se conservara. 24 años después, Gregorio Rojo volvió a portar la llama olímpica en un relevo de la Olimpíada de Barcelona'92... ¡a las 2 de la madrugada!

BORIS ONISCHENKO Y SU ESPADA CON TRUCO

A lo largo de la historia, algunos personajes han querido saltarse a la torera los principios de deportividad para conseguir como fuera su objetivo. Uno de ellos fue el soviético Boris Onischenko, integrante del equipo de la URSS de pentatlón moderno. En Munich 1972 se colgó la medalla de plata, pero cuatro años más tarde, en los Juegos Olímpicos de Montreal, descubrieron que en la prueba de esgrima -una de las cinco disciplinas de esta competición- tenía una 'ayuda' especial. Los componentes del equipo de Gran Bretaña sospechaban que la máquina que registraba los tocados encendía su luz pese a que Onischenko no tocaba a su rival. Las protestas del británico Jim Fox motivaron que los jueces examinaran la espada del soviético y descubrieran el pastel: un cable y un pulsador que encendía la luz cuando él quería. Obviamente, fue descalificado.

MOUSSAMBANI: EL MINUTO DE GLORIA DEL NADADOR MÁS LENTO DE LA HISTORIA

Series de calificación para la prueba de los 100 metros libres en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000. En la última, compiten tres nadadores con los teóricos peores registros. Uno de ellos es de Guinea Ecuatorial y se llama Eric Moussambani. Había accedido a los JJ.OO dentro de un programa olímpico para favorecer la participación de países sin representación y con opciones de desarrollo en futuras citas olímpicas, pero hasta ese momento solo se había entrenado en una piscina de 22 metros de un hotel. Aquella serie fue accidentada ya que los dos rivales de Moussambani fueron descalificados por salidas nulas, con lo que el ecuatoguineano nadó solo. Su actuación puso en evidencia sus carencias, hasta el punto de sufrir para llegar al final y acabar con una marca de 1'52"72, más del doble de lo invertido por los mejores. Pese a ello, se ganó el cariño de los espectadores y saltó a una fama que aún conserva actualmente.