JUEGOS OLÍMPICOS - RÍO 2016

Levy advierte que la seguridad es la mayor preocupación en Brasil

El director general de los Juegos de Río 2016, Sidney Levy, reconoció en Washington que garantizar el máximo de seguridad al desarrollo de la competición se ha convertido en la mayor preocupación de la organización

El director general de los Juegos de Río 2016, Sidney Levy

El director general de los Juegos de Río 2016, Sidney Levy

EFE

A pesar que todo el mundo habla sobre los asuntos de salud relacionados con la presencia del virus del Zika y los graves problemas de contaminación existentes en las aguas de algunas de las sedes donde se van a disputar competiciones olímpicas, Levy reiteró durante una reunión con periodistas que todo eso está fuera de las 10 mayores preocupaciones de los organizadores.

El brote se Zika, una enfermedad transmitida por mosquitos que puede causar defectos de nacimiento, ha hecho que varios deportistas desistan de ir a los juegos.

El último en hacerlo ha sido el golfista australiano Jason Day, que comunicó de manera oficial, desde su residencia en Akron (Ohio), que este verano no estará en Río de Janeiro.

Pero los organizadores afirman que los riesgos son mínimos, a pesar que un gran número de expertos de la salud consideran todo lo contrario, que puede darse un riesgo de epidemia a través de todo el mundo.

Sin embargo, según Levy hay otros aspectos mucho más preocupantes para el comité organizador de los Juegos como es el de la seguridad, a pesar que confirmó que habrá 85.000 efectivos desplegados sobre el terreno y que agentes de al menos 100 países ya se encuentran en Brasil en previsión de lo que calificó como su mayor dolor de cabeza.

Se trata de la posibilidad de que un individuo por sí solo decida atacar a la multitud como ocurrió recientemente en una discoteca de Orlando, donde fallecieron más de 50 personas.

"A diferencia de Zika, la seguridad está lo primero en mi lista", subrayó Levy. "El principal asunto en Brasil y en cualquier lugar es el atacante solitario. Ese es el asunto hoy que nos preocupa. Este hombre solitario y fuera de radar. Así que eso es lo que más nos genera trabajar al máximo en el apartado de seguridad".

Levy también reconoció que Brasil incumplió su promesa de limpiar un 80 por ciento de las impurezas existentes en las aguas que servirán de escenario a las competiciones acuáticas, pero aseguró que su compromiso será garantizar que ningún atleta vea comprometida su salud, aunque el directivo del comité organizador no dijo como lo iban a conseguir.

Levy aseguró, por otro lado, que la infraestructura para los Juegos está lista en un noventa por ciento.

"Hemos ensayado cada elemento de manera independiente, pero solo los veremos funcionando al mismo tiempo el día de la inauguración", valoró Levy. "Todo el planeta estará viendo. Tendrá que funcionar bien", indicó.

Levy destacó como áreas importantes el transporte público --ya que un nuevo sistema de metro será inaugurado apenas días antes--, sobre el que están surgiendo críticas desde dentro del propio Brasil, y la capacidad de proveer alimentos y bebidas durante 24 horas del día a los cerca de 20.000 atletas que se darán cita.

Levy también habló de la inestabilidad política que se vive en el país y expresó su esperanza para que el Congreso realice el voto decisivo sobre la destitución de la presidenta Dilma Rousseff antes o después de los juegos.

"Se lo pedimos personalmente al presidente (interino Michel Temer), pero no depende de él sino del Congreso. Así que tendremos que afrentar lo que sea que ocurra", manifestó el directivo.

Levy confirmó que ya se han vendido el 70 por ciento de las entradas para las diversas competencias, pero que para su sorpresa el fútbol olímpico representa la mitad del 30 por ciento de las entradas aún por vender, lo cual atribuyó a que los espectadores de ese deporte prefieren adquirirlos a último momento.