Neymar y Brasil recuperan la sonrisa contra Dinamarca y se meten en cuartos de final

La ‘baby canarinha’, por fin, se reconcilió con el gol. Y llegó la fiesta. Los brasileños pasaron página de las penurias realizadoras contra Sudáfrica e Iraq, donde se encallaron en sendos 0-0, y firmaron una actuación más que convincente. El 4-0 limpia la cara al equipo de Neymar, antes de medirse a Colombia, en los cuartos de final, en un partido que se prevé muy caliente y que se disputará en el Arena Corinthians, de Sao Paulo (la madrugada del sábado al domingo a las 3.00).  

Brasil, por fin, consiguió ser Brasil. Esta fue una victoria de autor, con el sello personal y reconocible del técnico Rogério Micale, un admirador de Pep Guardiola. El seleccionador olímpico salió con cuatro delanteros, pero sin ningún 9 fijo. Gabriel Jesus, que había sido una nulidad los dos primeros partidos del grupo, intercambió su posición con Ney, que pasó al eje del ataque. El cambio fue fundamental. Luan, que está en la agenda del Barça, recompuso el medio campo jugando en el enganche y Gabigol, que quedó un poco desconectado en la parte derecha al inicio terminó bigoleando.

La ‘baby canarinha’ supo plantarse muy bien, apostado por el juego posicional, pero sin perder el regate, que es uno de los elementos de identidad de la escuela brasileña. Wallace, que está en la agenda del Espanyol, se entendió a las mil maravillas con el criticadísimo Renato Augusto y la ‘dupla’ de volantes dio equilibrio y tranquilidad al equipo. El juego fluyó. Brasil tuvo el temple de no precipitarse, aun sabiendo que tenía la espada de Damocles de la desclasificación.

La ‘verdeamarela’ anuló por completo a Dinamarca, que no se acercó en toda la primera mitad al marco de Weverton. Y en ataque, Brasil tuvo la virtud de crear todas las ocasiones a través de la asociación, la triangulación y la creación. El primer gol del torneo olímpico para la Seleçao llegó en el minuto 25 con un centro del lateral Douglas Santos por la izquierda, Luan, no llegó desde atrás, pero sí Gabigol, que remató en el segundo palo. Se rompía el mal fario. Los brasileños, conscientes de su importancia estratégica, lo celebraron prácticamente como si fuera casi un título.

Sintiéndose absolutamente liberada, la ‘baby canarinha’ fue a buscar la sentencia. Gabriel Jesus falló un gol imposible en un contragolpe hilvanado por Gabigol y con asistencia magistral de Ney. Sin embargo, un minuto después, Luan se tiró una pared con Gabigol y sirvió para el flamante fichaje del City, que rompió el gafe con un remate de auténtico delantero centro. Minuto 39 y Brasil mandaba 2-0. La Seleçao, en 45 minutos, se había rencontrado consigo mismo y se sacudió de tota la negatividad que lo asfixiaba.

Y de los silbidos del sibarita público de Brasilia se pasaron a los “olé, olé” de una ‘torcida’ bahiana, absolutamente entregada. La Seleçao, muy suelta, siguió abonándose al toque y fue, nuevamente, en una triangulación que salió el 3-0 (min 48). Ney sirvió para Douglas Santos, que pasó para Luan, que esta vez haciendo de 9, fusiló al meta Hojbjerg.

Brasil usó el segundo tiempo para descansar con el balón, para crear automatismos y, para disfrutar ante una Dinamarca que era una absoluta nulidad. Ney estuvo fantástico. El cuarteto ofensivo brasileño siguió creciendo, con intercambios constantes de posiciones, muy bien apoyado por los dos laterales, principalmente por Douglas Santos. Y en una triangulación salió el 4-0 definitivo.

Neymar, llevando la manija desde el centro, abrió al espacio donde apareció Gabriel Jesus y su finalización fue aprovechada, al rebote, para que Gabigol marcase su segundo tanto. Al final, ovación de gala, y todos felices. Brasil primero de grupo y Dinamarca, a pesar de la paliza, clasificado también para los cuartos.