MIS CHARLAS CON KUBALA

Pensemos que la tortilla aún no ha girado

Josep Mª Fonalleras

- ¿Ya tienes el giratortillas del Barça, Kubala?

- No te rías de mí, Fonalleras. Deberías saber que justamente las tortillas se me dan de fábula. Sobre todo, las de patata y cebolla. Corto las patatas con una precisión matemática, de manera regular, y después bato los huevos casi al punto de nieve. Me queda esponjosa y un poco cruda, que es cuando la tortilla es buena de verdad.

- De acuerdo. Nada que añadir. Además, ahora tendrán la forma del escudo. Un tentempié fenomenal para las finales que se avecinan.

- Hablemos de eso. Hemos pasado una Semana Santa verdaderamente excepcional. Con el pase a las semis y, de colofón, no solo la ardua victoria en La Romareda sino el tropiezo inesperado del Madrid ante el Valencia. Podemos decir que esta Liga es auténticamente una historia de Pasión, Muerte y Resurrección. Bueno, esperemos que la Pascua se consolide y que, efectivamente, el Barça acabe superando al Madrid.

- Este martes nos relamimos con ese punto que ya nos colocaba cerca de la gloria, pero después vino esa pierna endemoniada de Cristiano y nos hizo aterrizar de nuevo, chocar con la realidad.

- No confiaba en los del Atlético. Yo creo que lo suyo es ya, definitivamente, un caso de psicoanálisis, un cuadro clínico que merecería una tesis o, como mínimo, un artículo de esos que salen en revistas americanas de investigación.

- Algo así como un complejo de Edipo, o algo por el estilo. “De cómo la percepción de la inferioridad se acrecenta con el paso del tiempo a medida que crece el sentimiento de superioridad del contrario”.

- Es de risa, pero ya te digo que no contaba con esos puntos. Lo que me atrajo más del partido es que vi a un Madrid timorato, sin rumbo, sin ideas, sin capacidad de hacer frente a esta especie de síndrome del tenista que le atenaza.

- ¿Tenista?

- Sí, el tenista se ve obligado a ganar. No puede limitarse a dejar que el tiempo transcurra. Se necesita un impulso definitivo, un paso hacia adelante para acceder a la victoria. Esa misma presión te puede lacerar, te puede dejar estático, encarcarado. La tortilla aun no ha girado del todo, Kubala.