MI VERDAD

El silencio del Barça decepciona a muchos culés

Josep Maria Casanovas

¿POR QUÉ CALLA EL BARÇA? No descubrimos nada que no sepan si decimos que discrepamos con la sanción adoptada por el Comité de Competición respecto a la agresión de Mourinho en la Supercopa. Nos parece una aplicación malévola del reglamento que, por venir de quien viene, suena a agravio comparativo y atropello deportivo. Pero también debemos decir con la misma sinceridad que discrepamos de la postura del Barça, dar la callada por respuesta nos parece un error grave ya que hace bueno el refrán de que quien calla otorga. Y no es así, los socios barcelonistas están indignados como se comprueba en las redes sociales y en las encuestas. ¿Con qué criterio se dirige la política informativa del club? No es normal que el día después no haya ninguna reacción oficial, Guardiola calla y el presidente también. Aparte de levantarse mas pronto y trabajar más, los culés no deben dejarse pisar por las injusticias, todo lo contrario, hay que defender nuestros derechos con firmeza y seriedad.

El SILENCIO DE GUARDIOLA. Llueve sobre mojado. Ya fue sorprendente que el Barça no presentara alegaciones cuando un entrenador reincidente como Mourinho puso el dedo en el ojo a Vilanova en el Camp Nou. Las imágenes dieron la vuelta al mundo. Ejecutivos de la UEFA manifestaron en privado que si esto sucede en un partido de Champions le caen ocho partidos. Pep es tan bueno que a veces parece Teresa de Calcuta. Agreden a su ayudante y en la rueda de prensa se niega a hablar del tema, le faltó sensibilidad para defender el honor de su amigo Tito. Ayer faltó una nota oficial del club, meditada y serena, dejando claro lo que piensa la mayoría. Esperar a que escampe la tormenta es una política conservadora que decepciona a muchos culés.

EL SILENCIO DE ROSELL. ¿Habla el presidente con socios? ¿Escucha la voz de la calle? A lo barcelonistas este silencio les ha extrañado tanto como cuando Mourinho hizo aquella rueda de prensa explosiva contra el Barça (¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?) y el presidente tardó más de un mes y medio en dar la respuesta. En época electoral todos los candidatos se llenan la boca diciendo que el club es de los socios, pues bien, el 90% de los socios está en desacuerdo con la sanción del Comité de Competición, opinión que comparten los oyentes de la COPE y los lectores de El Mundo y Marca. Sin embargo Rosell prefiere callar lo que piensa y los servicios jurídicos del club pasan página. Con lo fácil que era hacer una nota oficial denunciando la injusticia. Ya sabemos que entre Laporta y Rosell hay mucha diferencia, pero entre un bocazas y un mudo hay un punto medio.