MI VERDAD

El saber parar de Messi va a tener premio

Josep Maria Casanovas

NO HAY QUE ARRIESGAR. Se habla mucho de la recuperación de Messi pero hay que recordar que si juega el próximo miércoles será gracias a que, al primer síntoma de lesión, por leve que sea, los jugadores del Barça tienen la orden tajante de pedir el cambio y no exponerse a males mayores. Es una orden sabia e inteligente, recomendada por el staff médico y aceptada de buen grado por el entrenador. Si Leo hubiese jugado la segunda parte, a buen seguro que la lesión muscular hubiese aumentado y estaría de baja un mes. Recuerden que el jugador, después de un gran disparo que salió rozando el poste, fue rápidamente a la banda para hablar con Tito y comentar su estado físico. Con esta táctica se evitan males mayores y se reduce el tiempo de recuperación. Adriano también se fue al vestuario en partido de Liga cuando tuvo solo un pinchazo y su recuperación, que se calculó entre cuatro y seis semanas, se reducirá a tres y estará a punto para jugar contra el PSG. Es la forma de evitar roturas musculares de cinco o seis centímetros que necesitan luego mucho tiempo de recuperación. Una correcta alimentación y unos entrenamientos adecuados son la clave para que las lesiones musculares hayan disminuido notablemente en el Camp Nou.

UNA QUEJA JUSTIFICADA. Vaya por delante que las quejas no devuelven puntos ni cambian marcadores. Pero hay veces que son necesarias y obligadas. Cuando la actuación de un árbitro demuestra que no conoce el reglamento hay que denunciarlo. Los jugadores, comenzando por Busquets y acabando en Alves, se quejaron amargamente de la actuación de Wolfgang Stark. La junta directiva, lejos de morderse la lengua como otras veces, ha dado un paso al frente enviando una carta a la UEFA. No se queja del fuera de juego no señalado a Ibra ni de las tarjetas, se queja de que no aplicó la ley en la jugada en que cayeron lesionados Alba y Mascherano. A partir de aquí, no estaría de más que el club iniciara una estrategia de despachos en la UEFA para que al Barça le toquen buenos árbitros. No pedimos favores ni privilegios, pero sí exigimos colegiados de más talla que el alemán que ha demostrado en varios partidos un nivel técnico muy discutible. Cuando un árbitro acaba siendo protagonista, siempre es una mala noticia para el fútbol.