MI VERDAD

La Roja de Del Bosque ya no está de moda

Del Bosque, seleccionador español

Del Bosque, seleccionador español / sport

Josep Mª Casanovas

VOLVER A EMPEZAR. En el mundo del fútbol no hay punto medio. O ganas o pierdes. El que empata no va a ninguna parte. Dicho en otras palabras, te elogian o te critican, blanco o negro. La Roja ha vuelto a la cruda realidad, volver a empezar. El batacazo de Brasil fue el punto final de un ciclo histórico, maravilloso, irrepetible. Cuatro años en la gloria, dos Eurocopas y en medio el inolvidable Mundial de Sudáfrica. Pero no se puede vivir de recuerdos, ahora toca sufrir y luchar, iniciar un nuevo proyecto que de momento avanza con muletas. Del Bosque se queja de que ahora se pone más acento en lo negativo. Es ley de vida. Después de tantos elogios y homenajes, se habían olvidado de las críticas. Los jugadores piden paciencia tras el triste 1-0 frente a Ucrania. Tampoco se espera mucho del amistoso de esta noche contra Holanda, la revancha del durísimo 5-1 de Brasil. Lo más evidente es que ha cambiado el estado de ánimo en torno a La Roja, se han perdido patrocinadores, los aficionados se han enfriado y al seleccionador le cuesta encontrar un equipo que vuelva a ilusionar. Después de un ciclo triunfal, es normal la situación actual, parece que la selección ha pasado de moda. El campo del Sevilla no se llenó, la audiencia de televisión va a la baja y los jugadores importantes piensan más en sus clubs que en el amistoso de hoy en Amsterdam. A Del Bosque le toca ahora remar contracorriente, no es nada fácil reunir otra generación de futbolistas como los que nos llevaron a la gloria.

UN SUPLENTE LLAMADO MESSI. Ver a Messi sentado en un banquillo de los suplentes es una imagen que produce sorpresa y preocupación. El argentino quiere jugar siempre, nunca ha sido reserva y no le gusta que le sustituyan. Si aceptó el otro día no jugar contra El Salvador en la gira de la selección argentina por Estados Unidos, no hay otra explicación que problemas físicos. Tampoco parece que vaya a jugar ante Ecuador y sin embargo no regresa a Barcelona para recuperarse mejor y más rápido. El motivo de tan extraño comportamiento parece que responde a intereses económicos ya que si Leo no está, los bolos de la albiceleste se pagan a mitad de precio. Este y no otro parece ser el motivo por el que sigue a las órdenes del Tata Martino aunque no juegue. El Barça prefería que adelantara el regreso para evitar riesgos y un cansancio innecesario, pero Messi como líder indiscutible de Argentina sabe que tiene una deuda con su selección y desea pagarla este verano ganando la Copa América.