MI VERDAD

La remontada debe comenzar hoy en Madrid

Josep Maria Casanovas

UN CLÁSICO EN MAL MOMENTO. Nunca un Madrid-Barça tuvo tan poco interés competitivo. El Madrid solo piensa en el Manchester. Al Barça solo le preocupa eliminar al Milan. El clásico de esta tarde llega en un mal momento. La Champions se come a la Liga. Los blancos ya han tirado el campeonato mientras que los blaugrana consideran que tienen una ventaja suficiente para asegurar el título. Es un clásico descafeinado, un clásico con muchos reservas, un clásico que se juega a la hora de la siesta. De todos modos el partido tiene su morbo y no será un paseo para nadie. Los reservas de Mourinho quieren humillar al máximo rival para agrandar la herida. Saben que Messi y compañía quedaron tocados tras su eliminación copera, se les presenta una magnífica oportunidad para confirmar que la hegemonía culé ha terminado y que el cambio de papeles entre los dos grandes se ha producido. En el bando barcelonista se han conjurado para no menospreciar este choque, para no hacer más regalos, para parar los pies a un Madrid que salió crecido del Camp Nou. Quieren recuperar la garra, el pressing, el mejor juego. La deseada remontada ante el Milan debe comenzar hoy en el Bernabéu. Sería una victoria psicológicamente importante.

UNA DEFENSA DE VERDAD. Si los técnicos del Barça han repasado las imágenes de la derrota de Copa, se habrán percatado de que mientras la defensa del Madrid era una línea de cuatro, sólida y firme, la del Barça siempre estaba desguarnecida. Frente a los equipos importantes es un riesgo suicida jugar con Alves y Alba avanzados, aunque luego resulte que el brasileño es el mejor extremo y Jordi sea el goleador. Al estar los laterales fuera de su lugar, resulta que Piqué y Puyol tienen que cubrir sus ausencias dejando mucho campo abierto a los atacantes rivales. Si quieren ganar hoy en el Bernabéu es vital jugar con una defensa de verdad, que marque la línea, que imponga respeto, que no deje espacios, que no se deje sorprender en los contraataques rápidos. Ya va siendo hora de que el Barça termine un partido sin encajar un gol. Aquí hemos pasado del récord de imbatibilidad de Valdés en tiempos de Guardiola a una defensa vulnerable a la que demasiadas veces cogen descolocada. El éxito de un equipo comienza por la base, por amarrar en defensa. Y si para ello hay que jugar con dos pivotes de carácter defensivo, no es mala fórmula.