MI PARTIDO

No reconocimos al Barça, fue una mala imitación

Josep Maria Casanovas

UNA NOCHE TRISTE. Anoche no reconocimos al Barça. En su lugar, jugó una mala imitación, una copia barata. Un equipo sin ambición, sin creatividad, sin velocidad y sin crear ocasiones de gol. Partido nefasto y pésimo resultado. Un durísimo varapalo que complica mucho el partido de vuelta ya que se necesitará una gran remontada. Menospreciaron al Milan y lo pagaron caro. Se creyeron superiores y jugaron como si fuera un entrenamiento, caminando. Daba la sensación que se conformaban con el empate a cero, que esperaban marcar un gol y encarrilar la eliminatoria. Falso espejismo. Los italianos hicieron su partido, lo confiaron todo a un cerrojo bien organizado que acabó siendo un muro infranqueable donde se estrellaron Messi y compañía. Aunque el primer gol no debió subir al marcador ya que estuvo precedido de unas manos clamorosas, nadie puede discutir el triunfo del Milan frente a un rival que hizo el peor partido de la temporada. La defensa volvió a fallar y el ataque estuvo ausente, ni un solo tiro entre los tres palos en toda la segunda parte. Inadmisible. Fue un Barça decepcionante, donde nadie dio la talla y, lo que es peor, cuando encajaron el primer gol tampoco tuvieron capacidad de reacción. Por ganas, fuerza física y un buen planteamiento defensivo, el Milan les pasó por encima contra todo pronóstico.

EL DESAFíO QUE VIENE. ¿Qué le pasó ayer al Barça? Parecía que se le habían fundido los plomos, que había perdido la ambición de ganar, que los jugadores estaban cansados, que se les había olvidado chutar a gol. Los italianos siempre estuvieron cómodos jugando atrás y esperando su oportunidad para contraatacar. Tras el descanso no hubo un Plan B ni tampoco un cambio de actitud. Más de lo mismo, pases y pases que no conducían a nada. Un juego previsible y cansino impropio de un equipo que se suponía que saldría a ganar. Hasta las individualidades fallaron. Cesc la vio cuadrada. Xavi naufragó entre líneas. Iniesta, por mucho que lo intentó, nunca se salió con la suya. Y Messi, víctima de un duro marcaje a tres, acabó reculando incapaz de hacer su juego. Hay que olvidar pronto esta triste noche, un día malo lo puede tener cualquiera. Ahora lo importante es no repetir los mismos errores en la vuelta ya que el Milan jugará igual en el Camp Nou, todos atrás con una mentalidad 100% defensiva. No será nada fácil la remontada pero confiamos en el verdadero Barça; es un auténtico desafío meterle tres goles a los italianos sin encajar ninguno. Este es el objetivo para no quedar apeados de la Champions.