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¿A qué juega el Barça? A la medida del tridente

Luis Enrique sorprendió con su táctica ante el PSG

Luis Enrique sorprendió con su táctica ante el PSG / sport

Josep Maria Casanovas

FASE DE PRUEBAS Y ENSAYOS. Los resultadistas están contentos. Ganar al París Saint-Germain y pasar como campeones de grupo es lo que se esperaba del Barça. Los puristas están descontentos. El equipo ha perdido el sello de identidad que le dio personalidad y el centro del campo ya no es la sala de máquinas donde se dirige la excelencia. ¿A qué juega el Barça de Luis Enrique? Lo primero que conviene destacar es que las comparaciones con el Barça de Guardiola no tienen sentido por la sencilla razón de que varios jugadores claves de aquella época se han hecho mayores y no volverán a rendir como antes. El equipo ya no juega a partir de tener el dominio del balón, la posesión. Todavía estamos en fase de probaturas y ensayos. Cada partido cambia la alineación. No ha repetido el mismo centro del campo. Las variaciones en defensa son constantes. El sistema de juego tampoco está definido y es cambiante. Sin ir más lejos el miércoles vimos un valiente 3-4-3. Por lo tanto, se entiende que la hoja de ruta sea a veces desconcertante y hasta los propios jugadores se sorprenden que se planteen los partidos en función del rival que hay delante. Esta es una crítica que se le hace a Luis Enrique, se le acusa de modificar los planteamientos en función del adversario de turno cuando estábamos acostumbrados a todo lo contrario. El Barça ha perdido el equilibrio para ser ahora más imprevisible.

ESTILO DE JUEGO DIFERENTE. El Barça, sin perder su ADN, sin renunciar al juego de ataque, está buscando un estilo de juego de acuerdo con los jugadores que hoy tiene. Por eso no valen las comparaciones con el Barça de Guardiola. De aquello casi no queda nada. Luis Enrique, con valentía y trabajo, está intentando construir un proyecto nuevo que vive de la calidad de su delantera y del talento descomunal de Messi. Los Tres Tenores tienen la batuta, la voz y el mando del equipo. Xavi e Iniesta han perdido galones. Ahora se impone el estilo de Mascherano que es mucho más que ‘El Jefecito’. Luis Enrique sabe perfectamente que los títulos llegarán si Messi, Neymar y Suárez marcan la diferencia. Ellos lo pueden llevar a la gloria o al purgatorio. El éxito del entrenador está ligado al marcador y al final solo hay un juez inapelable que da y quita razones: los goles. Los goles que acaben marcando los tres cracks dictarán sentencia. Por lo tanto, a nadie puede sorprender que el Barça actual se construya a la medida del tridente.