Lo que funciona en la Liga no funciona en Europa

REFLEXIÓN TRAS EL GOLPE. La derrota de París ha significado un shock. Un impacto negativo cuando todos pensábamos que estábamos en el buen camino. Un golpe bajo inesperado. Más que por la derrota, por los fallos defensivos que la propiciaron. Por eso debemos volver sobre el tema 48 horas después. El partido del martes fue como una vuelta al pasado. Se volvió a caer en errores que creíamos superados. 41 balones perdidos, de ellos siete en salidas con la pelota jugada desde campo propio. Fallos que el equipo de Laurent Blanc supo aprovechar. Otro problema es que se volvió a sufrir en los balones colgados sobre el área, con un portero falto de rodaje que nunca inspiró confianza a la defensa. La fórmula que ha funcionado en la Liga, mantener la portería a cero y confiar en la inspiración de Messi, no funcionó en la Champions. Más que un problema del Barça, fue un problema del rival, un París SG que en los últimos años ha crecido mucho gracias a un talonario de petrodólares inagotable y que ya está entre la élite europea. Hay una lectura positiva de lo sucedido en París: es el aviso de que la Champions está dos peldaños por encima de la Liga y que para llegar a la final de Berlín habrá que mejorar mucho. Marcar dos goles en París tiene mucho mérito, pero salir así y todo derrotados merece una reflexión profunda de Luis Enrique y su equipo técnico.

TOCA AJUSTAR LA DEFENSA. Está claro que hay varios interrogantes abiertos tras la decepción de París. El primero está en la portería. A todos nos pareció una aberración la fórmula aplicada por Ancelotti la pasada temporada, que un portero jugara la Liga y otro la Champions. Prueba de ello es que este año no ha repetido el experimento. La actuación de Ter Stegen ha levantado dudas. Es difícil que un portero que juega uno o dos partidos al mes pueda estar tan en forma como el que juega cada semana. Luis Enrique debe escuchar a Unzué, que de este tema sabe mucho. El otro interrogante se llama Piqué. Hasta ahora no ha tenido la confianza del técnico y ha ‘chupado’ mucho banquillo. No es normal que Mascherano siga jugando de central cuando además se han fichado dos refuerzos. Hacer muchos cambios en defensa acaba provocando desorientación. Otra reflexión necesaria es que Alves y Alba pueden jugar casi de extremos en la Liga, pero en Europa su trabajo prioritario es defender y defender. Hay que ajustar pronto la defensa porque en el Bernabéu el próximo 25 pasarán una nueva prueba de fuego ante Cristiano y compañía.