Mi verdad

¡Lo que faltaba! La UEFA amenaza al Barça

Esteladas en el Camp Nou en un partido ante el Eibar

Esteladas en el Camp Nou en un partido ante el Eibar / sport

Josep Maria Casanovas

UN EXPEDIENTE ABSURDO. 

Si yo fuera candidato a la presidencia del Barça propondría contratar con carácter de urgencia una asesoría jurídica de primer nivel para proteger al club de los constantes ataques que recibe por tierra, mar y aire. Entiéndase, Audiencia Nacional, FIFA y ahora UEFA. ¡Lo que faltaba! Casi un mes después de haber conquistado brillantemente la Champions en Berlín, llega la noticia de que el máximo organismo europeo abre un expediente al Barça por la presencia masiva de esteladas en la final y por los cánticos a favor del independentismo. ¡Hasta aquí podíamos llegar! Esto parece una caza de brujas, un atentado al sentido común. Según el código disciplinario de la UEFA, caso de prosperar este absurdo expediente la sanción podría ir desde una multa de 60.000 euros hasta el cierre parcial de una grada del Camp Nou. Lo más grave del caso es que el informe ha sido realizado por un miembro de la Comisión de Ética que vio el partido por televisión. En el estadio alemán el comportamiento de la afición barcelonista fue impecable, sin ningún incidente, hasta el punto de que el delegado de la UEFA presente en el campo destacó la buena conducta de la afición culé. La UEFA se ha pasado tres pueblos. Ni la bandera estelada está prohibida ni cantar independencia se ha de entender como una manifestación política.

RECURSO DE LA GESTORA. 

Es intolerable que una final de fútbol que fue un espectáculo de color y pasión en las gradas se convierta en un expediente sancionador. Para la UEFA, los clubs son los responsables de los comportamientos antideportivos de los seguidores. Aquí es donde el Barça tiene que actuar con celeridad y contundencia, presentando alegaciones que desmonten un expediente manipulado y sectario. Los seguidores barcelonistas de ninguna manera y en ningún momento tuvieron actitudes sancionables. No hubo manifestación racial, xenófoba ni política. Basta con presentar un dossier de las crónicas post partido para darse cuenta de que todos los medios extranjeros elogiaban el buen comportamiento de las dos aficiones. Esperamos que Ángel María Villar, que acaba de ser ascendido a vicepresidente primero de la UEFA, contribuya a que el expediente sea archivado en la reunión del 23 de julio de la Comisión de Disciplina. Ni el Barça ni su afición se merecen castigo alguno. La Comisión Gestora tiene ahora que elaborar un recurso para defender el honor del club. Este trabajo, si lo hacen bien, nadie se lo va a discutir.