MI VERDAD

Prohibido hacer la siesta a las 4 de la tarde

Josep Maria Bartomeu

Josep Maria Bartomeu / sport

Josep Mª Casanovas

OLVIDARSE DEL RELOJ. El horario de los partidos se ha convertido en motivo de polémica. Nos parece fuera de lugar que preocupe más jugar a las cuatro de la tarde que el rival de turno. Discutir si los biorritmos de los jugadores pueden afectar el rendimiento de los jugadores a la hora de la siesta nos parece un absurdo, una excusa, una mala planificación. El Barça tiene que estar preparado para jugar a todas horas y todos los días, entre otras cosas, porque el club ha aceptado la programación de locos que hace la Liga de Fútbol Profesional de acuerdo con el interés de las televisiones. No hay que perder ni un minuto más con esta polémica, eso sí, hay que advertir a los jugadores que está prohibido hacer otra siesta a las cuatro de la tarde como sucedió lamentablemente el pasado sábado ante el Málaga. La estadística dice que hasta la fecha solo han ganado 10 de los 15 puntos que han jugado en este horario maldito. Más o menos en línea con lo sucedido la pasada Liga con el Tata Martino. Entonces solo sumaron 10 de los 18 puntos jugados. Luis Enrique y el cuerpo técnico, incluidos médicos y dietistas, deben analizar bien el ‘timing’ de las horas previas ya que deben comer como mínimo cuatro horas antes y olvidarse del reloj. Después del reciente tropiezo ante el Málaga, hoy solo vale ganar, máxime cuando el Granada es el penúltimo clasificado.

EL PRESIDENTE, CONTRA LAS CUERDAS. Bartomeu parece condenado a sentarse en el banquillo de los acusados. La Justicia le persigue por mucho que sus abogados quieran demostrar su inocencia. La Fiscalía de la Audiencia Nacional pidió ayer al juez Ruz que inicie los trámites para llevar a juicio al presidente del Barça acusado de un delito fiscal. El escrito del fiscal José Perals desmonta la declaración que hizo Bartomeu como imputado el pasado 13 de febrero al considerar “indudable que el presidente participó en unos hechos con indicios aparentes de criminalidad”. Estamos delante de un caso envenenado. Los siete contratos realizados para fichar a Neymar fueron una chapuza y ahora se pagan las consecuencias. El argumento de que todo se ha hecho bien ya no vale. El victimismo, tampoco. En los próximos días el juez Ruz dictará un auto haciendo suyas las diligencias del fiscal como paso previo a la apertura del juicio oral. En el 99% de los casos, el juez sigue el consejo del fiscal. El Barça pierde más partidos en los juzgados que en el campo.