MI VERDAD

Meten al Barça en el mismo saco que Bárcenas y Gürtel

Josep Maria Casanovas

EL JUEZ RUZ NO ES SUPERMAN. Cualquiera diría que el juez Ruz es Superman. Tiene más trabajo por delante del que puede asumir una persona. Se amontonan los expedientes encima de su mesa. Todos los casos mediáticos acaban en su juzgado. Por si no tuviera poco con el caso Bárcenas, la trama Gürtel, la investigación del escándalo Faisán y la imputación de Sandro Rosell en torno al fichaje de Neymar, ahora decide imputar al Barça por delito fiscal. Ya me explicarán cómo tiene tiempo para llevar adelante tantos casos cuyos sumarios superan los 300.000 folios. El sustituto de Baltasar Garzón es la estrella del momento en Madrid. En menos de veinticuatro horas ha hecho suya la petición de la Fiscalía de imputar al Barça por un delito fiscal de 9,1 millones de euros. Aquí hay gato encerrado. Se ha puesto en marcha una estrategia que tiene como objetivo el Camp Nou. El Madrid perdió a Neymar en los despachos y ahora se toma la revancha en los juzgados. Es un caso lamentable que traerá mucha cola. Aquí hay una guerra soterrada movida por intereses perversos. El daño que han hecho al Barça con esta decisión judicial es tremendo. La noticia ha dado la vuelta al mundo como si de un delincuente se tratara. El jugador está muy afectado, muy dolido, muy resentido. No entiende nada, no es normal que un fichaje escape de la órbita deportiva para convertirse en noticia judicial.

UNA CAMPAÑA MISERABLE. El Barça no se puede quedar con los brazos cruzados. Tiene que reaccionar con dureza. Con argumentos. Con pruebas. No basta con que el presidente Bartomeu diga que son un club ejemplar con Hacienda. Toca demostrarlo. No hay que permitir que este caso se eternice en los juzgados. Si el Barça está convencido de que el fichaje se ha hecho respetando la ley debe llegar hasta las últimas consecuencias. Estamos entrando en una dinámica envenenada. Aquí vale aquello de tirar la piedra y esconder la mano. El divorcio político que existe entre Catalunya y España provoca este caldo de cultivo. Atacar al Barça sale gratis y encima está bien visto en Madrid. Es una campaña miserable que no se puede consentir. No se han contentado con la dimisión de Rosell, quieren desestabilizar al club a la vista de que el equipo lo aguanta todo. En los alrededores del Bernabéu están encantados, ya lo han conseguido. El Barça ya está en el mismo saco que el caso Bárcenas y el escándalo Gürtel. ¡Qué triste! ¡Qué injusto!