mi verdad

Messi nunca más será el pichichi del Barça

Leo Messi, delantero del FC Barcelona

Leo Messi, delantero del FC Barcelona / sport

J.Mª Casanovas

J.Mª Casanovas

NUEVO PAPEL DEL CRACK. Atención a la afirmación que vamos a realizar porque puede parecer muy fuerte de entrada. Messi nunca más será el máximo goleador del Barça. Dicho así de golpe, puede parecer un problema o un trauma ya que el jugador argentino ha sido el Pichichi indiscutible del equipo las siete últimas temporadas. La realidad es muy distinta. Messi sigue siendo el rey pero Neymar y Suárez asumen un papel goleador relevante que es bueno para el equipo. La consolidación del tridente trae consigo la evolución del sistema de juego, Messi juega más retrasado y la responsabilidad del gol ya no recae en un solo jugador. Esta realidad ya se está cumpliendo esta temporada con toda normalidad, después de la goleada de ayer Neymar suma 14 goles en Liga, Suárez 12 y Messi, que ha estado lesionado dos meses, solo lleva cuatro. Es evidente que esta temporada quedará muy lejos de los 43 tantos que marcó la Liga anterior. Esto hay que asumirlo como un proceso evolutivo del equipo. Ahora el papel de Messi es otro, es el director de orquesta, el líder que mueve el equipo. Como muchas veces ha dicho el propio Leo, lo importante no son los goles sino los títulos que se consiguen. Y con el tridente en buena sintonía, marcando goles sin importar demasiado quién los consigue, las posibilidades de repetir el triplete son mayores.

EL VALOR DEL TRIDENTE. El partido del Barça de ayer fue un suma y sigue. El equipo transmite una seguridad y confianza en sus posibilidades que le permite ganar con suma tranquilidad. La Real Sociedad de Eusebio no fue rival y le cayeron cuatro goles que suman un marcador espectacular los últimos tres partidos: 14-1. Neymar y Suárez están en racha goleadora, marcan con una facilidad impresionante. Se acabó el tiqui-taca y el juego corto, el contraataque es ahora un arma letal. Juegan mucho más vertical, los pases en profundidad son medio gol y por velocidad rompen las defensas contrarias. Prueba del buen rollo que hay entre el tridente, es que Neymar y Suárez jugaron la media hora final para que marcara Messi y la fiesta fuera completa. El valor del tridente es el compañerismo, respetar la jerarquía establecida. Messi ya no persigue el Pichichi, su deseo es seguir siendo el líder del mejor equipo del mundo.