Luis Enrique merece ser elegido el mejor entrenador del mundo

LOS MÉRITOS DE LUIS ENRIQUE. Hoy podríamos escribir de Leo Messi que es el vencedor anticipado del Balón de Oro que le entregarán el 11 de enero en Zúrich. Nadie se lo puede discutir, la votación está cantada. Por méritos, por títulos y por talento, se lo merece más que nadie. La temporada de Leo fue espectacular y encima consiguió el triplete, un palmarés que le sitúa muy por encima de Cristiano y le confirma como el mejor futbolista de la historia. Dicho esto como un acto de justicia, queremos centrarnos en la elección del mejor entrenador del año que se decidirá también en la Gala de la FIFA. El podium de finalistas reúne a tres aspirantes: Luis Enrique, Pep Guardiola y Jorge Sampaoli. Sin dejarnos llevar por la pasión, analizando los méritos de los tres técnicos, comparando los resultados de los aspirantes, para nosotros Luis Enrique es el claro favorito. Es un galardón que se merece, que se ha ganado a pulso con mucho trabajo y sufrimiento. Las votaciones a veces son caprichosas y manipuladas, pero en este caso sería una injusticia que el técnico asturiano no recibiera el premio ya que su palmarés supera con creces al de sus competidores. Guardiola solo ha ganado la Bundesliga. Sampaoli dirigió a Chile a la conquista de la Copa América, un título de segundo nivel. En cambio, Luis Enrique conquisto Copa, Liga y Champions, un triplete de gran valor deportivo al que hay que añadir la Supercopa de Europa.

AGRAVIO COMPARATIVO. Sería un agravio comparativo que Messi ganara el título de mejor jugador y que Luis Enrique, con el mismo palmarés inmejorable, no fuera proclamado mejor entrenador. No en vano, los resultados de su campaña son excepcionales: 50 victorias, 4 empates y solo 6 derrotas. Recordemos que Guardiola ganó este galardón en el 2011 con un palmarés similar al de Luis Enrique y que Jupp Heynckes, con el triplete del Bayern, fue distinguido en el 2013. Números a la vista, el entrenador del Barça se merece más que nadie suceder a Joaquim Low en el palmarés del mejor entrenador del año. Luis Enrique (45 años, uno más que su amigo Pep), puede presumir y no presume de haber ganado lo que nadie había ganado en su primer año en el Camp Nou. Por todo ello no solo es el favorito, sino que merece ser el ganador.