MI VERDAD

A los jugadores hay que exigirles un plus de actitud y energía

Josep Maria Casanovas

EL PRESTIGIO, EN JUEGO. El Barça está en apuros, pero el Madrid, también. Se acerca el final de temporada y los títulos siguen en el horizonte de las ilusiones. Por presupuesto y jugadores los dos grandes estarían obligados a llevar algún trofeo a su museo. Así lo entienden las aficiones respectivas que no quieren vivir la decepción del fracaso. El Barça se ha despedido antes de hora de la Champions, la Liga la tiene complicada ya que depende de sus máximos rivales y la Copa es el título más cercano. El Madrid tampoco está para tirar cohetes. Le espera un poderoso Bayern en semifinales de la Champions lo que constituye toda una amenaza de eliminación. La Liga la tiene de cara el Atlético y esto es un agravio comparativo para los del Bernabéu. Por lo tanto, también parece que la Copa del Rey es el título que ahora mismo tienen más a mano, aunque la baja de Cristiano les resta posibilidades. Como pueden comprobar, el partido de mañana en Valencia tiene mucho morbo ya que los dos finalistas se juegan la temporada casi a una sola carta. Si gana el Barça podrá presumir de haber ganado los tres partidos que ha jugado esta temporada al Madrid. No es mal consuelo. Si pierde, se desencadenará una tormenta sobre el Camp Nou que puede acabar en tsunami. Messi y compañía se juegan algo más que un título, se juegan el orgullo, el prestigio y el honor.

LA HORA DE LOS JUGADORES. A los jugadores del Barça hay que pedirles, mejor, exigirles un esfuerzo extra en Valencia. Un plus de actitud e intensidad. No basta con tener el 86% de posesión del balón como en Granada si luego son incapaces de llevar esta superioridad al marcador. El Madrid sin Cristiano saldrá a morder como hizo el Atlético sin Diego Costa. El equipo tiene que sacar el coraje y energía que no se ha visto en los últimos partidos. Hay que hacer mucha presión al rival para que la defensa y el portero sufran lo menos posible. No basta con sacar un equipo de jugones, hay que presentar una alineación con delanteros que jueguen al ataque, con velocidad y verticalidad. No vale escudarse solo en el Tata Martino, no hay que cargarle la responsabilidad de los jugadores, que la tienen y grande. Si han ganado dos veces al Madrid, pueden hacerlo una tercera aunque falten Valdés y Piqué. Lo que queda del mejor equipo de la historia tienen la última oportunidad de demostrar que no están acabados, que están vivos.