MI VERDAD

La lesión de Messi fue un golpe de suerte

Josep Maria Casanovas

¡BENDITA LESIÓN! Nunca una rotura muscular del bíceps femoral de la pierna izquierda de un futbolista fue tan positiva. Lo que al principio significó un mazazo para el equipo, perder al jugador bandera, se ha convertido después en una lesión providencial. Miren por donde la clave de la magnífica temporada del Barça puede estar en la lesión que sufrió Messi el 10 noviembre jugando contra el Betis. Analizado con la perspectiva del tiempo, aquello más que un infortunio fue un golpe de suerte ya que obligó al jugador a hacer un punto y aparte. El equipo siguió liderando la Liga sin acusar su ausencia mientras que Leo ponía los cimientos para hacer una segunda parte de la temporada a tope. Dos meses apartado de la competición han cambiado su forma de entender el fútbol. En este periodo de tiempo sucedieron dos cosas importantes. Primero, cicatrizó bien la lesión muscular y enterró el trauma de las roturas musculares que le amargaron el principio de temporada. En segundo lugar, el parón invernal en plena temporada le sirvió para trabajar la preparación física como no había hecho cuando tocaba, es decir, en verano. Este y no otro es el secreto de su gran momento actual. Llega a la fase culminante de la temporada fresco, sin demasiados partidos en las piernas, ya que lejos de jugarlo todo como antes, ahora hay diez jugadores de la plantilla con más minutos que él. Messi no lo reconocerá, pero nosotros sí, ¡bendita lesión!

BUENA NOTA PARA EL TATA. El año pasado el Barça llegó al momento culminante pasado de forma. Y la prueba más demostrativa fue la eliminación a manos del Bayern por un resultado humillante. Todo tiene sus motivos. La recaída de Tito Vilanova provocó un desbarajuste en el vestuario, se bajó el nivel de exigencia y esto repercutió negativamente en el trabajo físico en los entrenamientos. Ahora todo es distinto y hay que dar al Tata Martino el mérito que tiene. Ha conseguido mantener al equipo al máximo nivel en las tres competiciones sin acusar las lesiones, haciendo constantes rotaciones en las alineaciones y dosificando con inteligencia la incorporación de Neymar. El técnico argentino es una persona sensata que desde el primer día tenía claro que su obligación era adaptarse al estilo de juego del Barça y sobre todo tratar a Messi como lo que es, un jugador excepcional. Hasta la fecha su trabajo es de nota y nos atrevemos a decir que el equipo no ha tocado techo, falta por ver la conexión Messi-Neymar a pleno rendimiento.