El juicio donde el Barça tiene más a perder que ganar

JUICIO ENVENENADO. El Barça, por voluntad propia, por decisión de la asamblea, entra en el juzgado. Cuando tiene tantos frentes judiciales abiertos, no es una buena noticia este juicio oral que durará una semana. Estos casos se sabe cómo comienzan, pero no cómo acaban. El riesgo de que salga el tiro por la culata, existe. Se ha traspasado la línea roja. Este juicio no es bueno para el barcelonismo y se hubiese podido evitar. La acción de responsabilidad civil que se aprobó el lejano 15 de octubre del 2010 contra Laporta y 16 directivos es más que un juicio, es una guerra de familias, un ajuste de cuentas, un pleito perverso. No estamos en contra de que se exijan responsabilidades si hubo mala gestión, pero estamos a favor de que el caso se hubiese resuelto de otra manera para que la imagen del club no saliera perjudicada. Ver ayer al presidente del Barça sentado en el banco de los acusados fue un mal trago para Josep Maria Bartomeu. La presencia hoy de Sandro Rosell despierta un morbo notable. Fue él quien dijo que votar la acción de responsabilidad “era la decisión más importante de la historia del Barça”. Y curiosamente, acto seguido, se inhibió en la votación al enseñar su cartulina en blanco. Los enemigos del Barça se están frotando las manos. No se había visto nunca en la historia del deporte español que una junta directiva demande a la anterior en los juzgados. Y lo que es más grave, acusadores y acusados fueron amigos y compañeros de junta. 

PUEDE DURAR TRES AÑOS. El fondo del caso es complejo y farragoso. Será una discusión de cifras y dineros. Los argumentos de la defensa inciden en que hay mala fe en la postura de la actual junta. La actual se queja de que cuando tomaron posesión les dieron unas cuentas sin auditar. Los millones bailan de un lado para otro ante la mirada atenta del juez Martínez Borrego que será quien al final dicte sentencia. El mundo del fútbol bordea muchas veces la ley y hay interpretaciones dispares según el cristal del color con que se mira. Una póliza de seguros de responsabilidad civil contratada a Zurich puede rebajar en 25 millones la minuta de los acusados en la hipótesis de que salgan perdedores. En caso contrario, si el juez da la razón a Laporta y sus directivos, la junta actual quedará en una situación comprometida y habrá perdido la batalla del honor. Mal que nos pese, este juicio con recursos y apelaciones puede durar más de tres años.