MI VERDAD

Guardiola habla de los árbitros... sin citarlos

Josep Maria Casanovas

ESTRATEGIA FALLIDA. La estrategia del Barça de no hablar mal de los árbitros no le está dando resultado. Siguen favoreciendo descaradamente al Madrid en detrimento del equipo barcelonista. El agravio comparativo es terrible. Es muy educado criticarles sin citarlos pero no lo agradece nadie, no sirve de nada. Mientras Guardiola se muerde la lengua cuando habla de los colegiados utilizando metáforas, Mourinho sigue coaccionando al colectivo arbitral con éxito. A los blancos les han pitado diez penaltis a favor en esta Liga por solo tres al Barça. El entrenador que puso el dedo en el ojo a Vilanova sigue campando a sus anchas. Pero hay más datos reveladores, elocuentes, incomprensibles. A Messi le han pitado 17 faltas en contra y a Pepe ¡solo! 24. ¿Quién se puede creer que el central más agresivo de la Liga solo ha cometido 7 faltas más que el delantero más talentoso? Nadie. Es un insulto al sentido común que Messi acumule las mismas tarjetas amarillas que Pepe. Una vergüenza a la justicia deportiva.

CRÍTICAS SIBILINAS. No pedimos que Pep se comporte como Mou, ni mucho menos. Su estilo afortunadamente es otro. El problema es que sus críticas sibilinas al Comité de Árbitros son como tiros al aire, les entran por una oreja y les salen por la otra. Hace una semana Guardiola ya dio a entender que los árbitros ayudaban al Madrid cuando dijo que los diez puntos no reflejaban la diferencia de juego entre los dos equipos. En Madrid, tras ganar al Atlético, apuntó en la misma dirección cuando comentó con doble intención: “No creo que ganemos la Liga”. Había visto horas antes por televisión el trato de favor que recibió el Madrid en Vallecas y pensó lo que están pensando los aficionados barcelonistas, Florentino tiene que ganar esta Liga por decreto. La táctica de Pep es clara, habla de los árbitros¿ sin citarlos: “El domingo no jugará Messi, como Pepe”. Por lo que se ve, prefiere que los periodistas interpretemos sus palabras.

UNA PELÍCULA DE KUNG FU. El Madrid tiene un problema aunque parece que los árbitros españoles no se han enterado. No es de extrañar que si un equipo tiene un entrenador agresivo y provocador como Mourinho, algunos jugadores decidan mirarse en su espejo e imitarle. Es lo que hace Pepe con el beneplácito del banquillo. Y a esta moda detestable se ha unido ahora Sergio Ramos. Juegan con los codos y se pasan de frenada con las patadas. Este comportamiento muchas veces antideportivo les está dando resultado y puntos. De nada sirve que Rosell vaya a Madrid a entrevistarse con Villar. A Messi en el Calderón lo cosieron a patadas y encima salió con una tarjeta amarilla. El vídeo de las acciones de Pepe y Sergio Ramos parece una película de Kung Fu, no se puede enseñar a los niños, da miedo. Y mientras tanto, el Comité de Competición mirando hacia otro lado y con los brazos cruzados. Si el Barça vuelve a esperar a final de temporada para quejarse de los árbitros, el mal puede ser irreparable.