MI VERDAD

El gran error en la declaración de Rosell

Rosell, declarando este lunes por el caso Neymar

Rosell, declarando este lunes por el caso Neymar / sport

Josep Maria Casanovas

¿Quién dice la verdad? Tres horas de declaración de Sandro Rosell en la Audiencia Nacional ante el juez Ruz y el fiscal anticorrupción dan para muchas preguntas y respuestas. El expresidente se mantuvo firme en el sentido de que todo se había hecho dentro de la legalidad mientras que el juez considera que todos los contratos firmados con la familia Neymar, hasta once, forman parte del fichaje. Aquí radica el meollo de la cuestión. Rosell insistió ayer que el fichaje costó 57 millones mientras que Bartomeu, en la rueda de prensa del 24 de enero, recién dimitido Sandro, admitió con documentos en la mano que el coste total de la operación fue de 86 millones. ¿Quién dice medias verdades? ¿Qué diferencia hay entre el coste del fichaje (Rosell dixit) y el coste de la operación que habla el actual presidente? ¿Se hubiesen hecho cinco contratos a las empresas del padre de Neymar (N&N) si no hubiesen fichado a su hijo? En medio de esta divergencia, Deloitte cifra el coste del fichaje del as brasileño en 80,6 millones según consta en la auditoría oficial del club. A partir de aquí, la Agencia Tributaria, en un informe de 49 páginas, acusa al Barça de que se han pagado 39 millones a través de contratos que no fueron declarados a Hacienda. En dichos contratos bajo sospecha, aparece la firma de Bartomeu en siete.

Declaración inoportuna. Sandro Rosell cometió un error de bulto en su declaración, reconocer que no leía la letra pequeña de los contratos. Confesó que se limitó a firmar los contratos que le dieron los servicios jurídicos del club. El expresidente debería saber que el desconocimiento de la ley no exime de su cumplimiento. O dicho en otras palabras, confesar en la Audiencia Nacional que no leía la letra pequeña de los contratos, aparte de ser una frivolidad como presidente del Barça, no le exime de la responsabilidad de lo que firma. El caso ahora queda aparcado hasta septiembre. Ayer el Barça solicitó que se archive la causa mientras que la acusación particular prepara un escrito solicitando la imputación de Bartomeu y Faus por administración desleal. El juez Ruz se pronunciará pasadas las vacaciones.

La mejor solución. Hace una semana escribíamos en esta columna que el mejor negocio para el Barça y para Xavi era que el capitán se quedara una temporada más en el Camp Nou. Las ofertas de Catar quedaron en nada y su fichaje por el soccer americano no llegó a cuajar. El club hacía un mal negocio pagándole un año de contrato (12 millones) para que se marchara y el jugador perdía dinero si se iba a jugar a Nueva York renunciando a lo que tenía firmado aquí. A partir de aquí se impuso la lógica y el diálogo. Xavi habló con Luis Enrique, comentaron el nuevo papel que tendrá en el equipo, y el de Terrassa acepta encantado incorporarse mañana a los entrenamientos con el resto de mundialistas.