MI VERDAD

Ganó el mejor y el peor quedó tocado y hundido

Golpe de efecto del Barça a la Liga

Golpe de efecto del Barça a la Liga / sport

Josep Mª Casanovas

Victoria de campeón. Cuando solo faltan diez jornadas para el final de la Liga, el Barça dio un paso al frente de campeón clavando una estocada a su máximo rival donde más duele, en su orgullo y en su maltrecho prestigio. Ganó el mejor y el peor quedó tocado y hundido. Fue un gran clásico. Con un Camp Nou majestuoso que empujó a su equipo hacia el triunfo. Con una afición barcelonista que vibró como en los mejores tiempos. Con un fútbol jugado de poder a poder, con fuerza, garra y contundencia. Con un árbitro que no tuvo influencia en el marcador. Con un Barça que jugó más con la cabeza que con el corazón. Con un Madrid que dio la cara pero que se hundió con el gol de Luis Suárez. Lo más destacado del triunfo barcelonista es que fue un mérito de todo el equipo que mostró una solidez y solidaridad ejemplar en el esfuerzo y en la entrega. La noticia es que se ganó sin necesidad de que Messi fuera el mejor, sin sus goles. Piqué le robó anoche protagonismo con una actuación tan completa que anuló a un perdido Cristiano y un incisivo Benzema. Partidazo el suyo sin olvidar a Mathieu, que también brilló a gran altura. La clave del partido estuvo en el minuto 55, cuando mejor jugaba en Madrid, cuando el Barça parecía ir a remolque, un pase en profundidad de Alves permitió a Luis Suárez dejar sentados a Sergio Ramos y Pepe, y culminar un remate perfecto que sentenció el partido. Un gol de oro que premia su trabajo y generosidad.

Resultado corto. Quedan treinta puntos en juego y por lo tanto queda mucha Liga por jugar. Llega ahora el momento culminante de la temporada cuando hay que compaginar las eliminatorias decisivas de Champions con los puntos que te dan o quitan un campeonato. La victoria de anoche significa una dosis de tranquilidad y confianza. Están en el buen camino. No hicieron el mejor partido pero persiguieron el triunfo con una fe admirable. Luis Enrique acertó con los cambios cuando el cansancio hizo mella en los jugadores. La victoria se quedó corta si recordamos las ocasiones que tuvieron en los últimos veinte minutos, cuando Cristiano y compañía habían agotado la gasolina y se salvaron de un resultado más severo. Ancelotti comienza a caminar por arenas movedizas. Ronaldo ya no es el que era. Casillas para solo lo que para. Bale estuvo desaparecido en la segunda parte. Por el contrario, el día que Messi no brilló a su nivel habitual, el Barça sí dio la talla y confirmó una racha de victorias que es garantía de éxitos futuros.