MI VERDAD

El espíritu de Guardiola seguirá en el vestuario

Josep Maria Casanovas

UN RELEVO BIEN HECHO. El final de Guardiola tenía todos los números para que fuera traumático y conflictivo. En el mundo del fútbol se pasa del amor al odio con mucha rapidez. No es normal que un entrenador se vaya de un club por la puerta grande, por voluntad propia, con educación y elegancia. Estamos demasiado acostumbrados a que los técnicos caigan como fruta madura cuando el marcador les da la espalda. Hay que felicitar al Barça porque ha sabido hacer un relevo serio, profesional, evitando el bajón emocional anunciando con una celeridad elogiable al sustituto. La marcha de Pep y el nombramiento de Tito Vilanova garantizan estabilidad y continuidad, dos palabras muy importantes para que en Can Barça se siga por el buen camino. La rapidez y secretismo con que se ha llevado a cabo la operación ha sido otro factor clave. Sandro Rosell ha dado la talla como presidente negociando la solución en la sombra mientras que Zubizarreta, que siempre había estado en un segundo plano, se ha ganado los galones de director deportivo por su discreción y eficacia.

EL ESPíRITU SE QUEDA. Guardiola se va, pero su espíritu y la obra se quedan. Nada que ver con el final traumático de Cruyff. Es otro estilo, otros tiempos. La imagen y el prestigio del club salen fortalecidos. Fue una rueda de prensa en la que todos estuvieron en su lugar, destacando un Pep sereno y sincero que daba la sensación de que se liberaba de un trabajo que le ha dejado exhausto. No hubo lágrimas ni palabras huecas. Con una salida así, Guardiola siempre tendrá abiertas las puertas del Barça. Puede volver cuando quiera, como entrenador o como lo que desee, siempre llevará al Barça y a Catalunya en el corazón. De momento se va a casa a descansar, a jugar al golf, a saborear un año sabático con su familia. Tengan por seguro que será el asesor áulico de Tito siempre que le necesite aunque tuvo mucho interés en resaltar que tanto él como Rosell no han hecho más que respaldar la propuesta de Zubi para el banquillo.

VILANOVA, LA MEJOR ELECCIÓN. La marcha de Pep era la crónica de una decisión tomada hace muchos meses. La elección tan rápida de Vilanova fue una sorpresa total muy bien acogida. Los resultados marcarán su futuro, pero es evidente que es una decisión coherente, lógica y con menor riesgo sobre el papel que ir a buscar un entrenador que no conozca la casa. Tito llega al cargo con más experiencia de la que tenía hace cuatro años Guardiola, conoce perfectamente la plantilla, fue entrenador de Messi, Piqué y Cesc en el cadete, es un hombre a quien le gusta más trabajar que figurar. El mejor elogio que se puede hacer de él es que ha sido mucho más que el segundo de Pep ya que este se ha apoyado siempre en su sentido común y visión táctica. Eso sí, tiene un carácter y una personalidad distintas. Tito es más tímido, más reservado y por supuesto no es tan buen orador. El Barça apuesta por otro técnico de la casa con el deseo de que sea el continuador de los éxitos de su amigo y maestro.