Mi verdad

El Camp Nou debe protestar contra las injusticias

Tebas considera que sus palabras no son violentas

Tebas considera que sus palabras no son violentas / sport

Josep Maria Casanovas

En la vida hay ocasiones en las que es obligado tomar partido. Rebelarse contra las injusticias y atropellos. Plantar cara a los poderes fácticos. No en vano, dos instituciones importantes del fútbol español le han declarado la guerra al Barça. Con declaraciones intolerables. Con una nota mezquina y envenenada que la Federación Española no puede consentir a un Comité de Competición. Jamás se ha visto nada igual. Quieren convertir a las víctimas en culpables. Las declaraciones del presidente de LaLiga son de juzgado de guardia. Tebas ha vuelto a mear fuera de tiesto. Su madridismo confeso le ha traicionado. Peor todavía es la nota del Comité de Competición. En vez de aplicar el reglamento opinan con una frivolidad que los descalifica. Quiénes son ellos para decir que los jugadores del Barça “se ridiculizan por sí solos”. 

Ante un ataque tan intencionado y hostil, los socios del Barça tienen que tomar cartas en el asunto. No basta con la queja oficial de la junta del Barça, hay que pasar a la acción y manifestarse mañana sábado en el partido del Camp Nou. Con educación pero con contundencia hay que protestar enérgicamente, levantar la voz y que el estadio sea un ‘clam’ contra la injerencia de LaLiga y el comportamiento intolerable del Comité de Competición. Es una oportunidad magnífica para que los socios del Barça manifiesten su fuerza después de sentirse pisoteados y maltratados. De la misma manera que el Camp Nou se pronuncia contra la UEFA cuando suena el himno de la Champions por las sanciones injustas por mostrar esteladas, mañana sábado contra el Granada toca manifestarse contra los estamentos del fútbol español que han puesto en duda la profesionalidad y deportividad de nuestros jugadores. Hay que defender a Messi, Neymar, Suárez y compañía como se merecen. Con una pitada monumental cuando comience el partido y un grito unánime de repulsa: ¡Basta ya de injusticias!