MI VERDAD

Blatter puede acabar igual de mal que Havelange

Joseph Blatter

Joseph Blatter / sport

Josep Maria Casanovas

LA FIFA ES UN POLVORÍN. La FIFA se ha convertido en un búnker que esconde corrupción, intereses perversos y profesionales de dudosa reputación. Más que la casa del fútbol parece la casa de los negocios ocultos, de los pelotazos millonarios. Algún día no muy lejano saldrán todos los trapos sucios a la luz y será un espectáculo lamentable. Blatter es el blanco de una investigación que puede darle más de un disgusto. Comenta la prensa inglesa que el día que se descubran las cuentas secretas que tiene en paraísos fiscales, no podrá evitar un juicio sumarísimo. Dieciséis años en el poder sin transparencia económica le han generado demasiados enemigos, desde Platini a Pelé. La FIFA está en puertas de una campaña electoral y la dimisión del presidente del órgano de instrucción de la Comisión Ética, Michael J. Garcia, autor del informe de 350 folios sobre la concesión de los Mundiales de Rusia y Catar, traerá cola. Se ha ido denunciando irregularidades y sobre todo dolido porque su informe ha sido manipulado y no se quiere hacer público íntegro. Blatter tiene todos los números para acabar como Havelange. Recuerden el escandaloso final del expresidente brasileño que se vio forzado a renunciar a su puesto de presidente honorario tras demostrarse que recibió comisiones y sobornos. Ahora es peor. La elección de Catar ha dejado un reguero de petrodólares que han ensuciado las manos de muchos.

ELECCIONES PELIGROSAS. Vamos a ver cuánto tiempo tarda en aparecer a la luz el informe Garcia. Dicen las malas lenguas que si se publica íntegro rodarán muchas cabezas y hasta puede repetirse la elección de la sede del Mundial 2022. Es un escándalo la forma como la FIFA lo ha ocultado en una guerra de familias que no puede acabar bien. A todo esto, un exsecretario de la FIFA, Jerome Champagne, diplomático francés de 56 años, se ha lanzado al ruedo como candidato a las elecciones de mayo del 2015 donde Blatter, a los 78 años, se volverá a presentar. Ya ha iniciado la campaña manifestando su deseo de limpiar la reputación de la FIFA acusada de corrupción por todos lados. A Blatter le ha salido un enemigo peligroso ya que conoce bien la casa y sabe que las cosas no se han hecho bien en los últimos tiempos. De la misma manera que un día aparecieron los documentos que denunciaban las comisiones cobradas por Havelange y Teixeira por parte de ISL, ahora circulan documentos secretos que pueden hundir la carrera de Blatter y arrastrar al secretario general, Jerome Valcke, muy ligado a los negocios con Catar.