Bartomeu y Faus, bajo la amenaza de la imputación

PELIGROSO CULEBRÓN JUDICIAL. Cuando el socio Jordi Cases presentó una querella en la Audiencia Nacional contra el presidente Sandro Rosell el 5 de diciembre del 2013 por “presunta apropiación indebida” en su modalidad de “distracción” en la contratación de Neymar, pocos podían imaginar que aquello sería el inicio de un proceso judicial sin precedentes en los más de cien años de historia del club. Lo que parecía simplemente la maniobra de un socio opositor, se ha convertido en una pesadilla para el Barça. Un caso que está adquiriendo una dimensión de alto riesgo ya que la Agencia Tributaria también ha tomado cartas en el proceso hasta el punto de que el club tuvo que hacer una declaración complementaria para evitar riesgos penales de los dirigentes que firmaron los contratos. En este país la justicia es lenta y complicada, pero cuando se pone en marcha se convierte en una maquinaria implacable que no la para nadie. El caso ya provocó la dimisión del presidente Rosell al día siguiente de admitirse la querella y el último episodio lo ha escrito el abogado de Cases solicitando a la Audiencia Nacional como acusación particular que se amplíe la querella a Bartomeu y Faus por presunta apropiación indebida y delito fiscal. Los once contratos que inexplicablemente hicieron falta para fichar a Neymar son la causa de todos los males. Querer defender a estas alturas que todo se hizo bien, ya no cuela.

SEPTIEMBRE DICTARÁ SENTENCIA. Ante tan complicada situación judicial, hay muchas preguntas sin respuesta: ¿Qué persigue Jordi Cases con esta nueva querella? ¿Quién le mueve? ¿Quién financia esta operación de acoso y derribo que parece diseñada por el enemigo? ¿Están detrás Ferran Soriano o Joan Laporta como cree el club? ¿Son conscientes de que están causando un deterioro a la imagen del Barça? ¿Tiene esto algo que ver con la acción de responsabilidad civil que promovió esta directiva contra la anterior? La nueva querella presentada la pasada semana considera que se hicieron contratos por servicios inexistentes o innecesarios que van en perjuicio del FCB y de sus socios y solicita que Rosell, Bartomeu y Faus sean declarados responsables civiles solidarios de una cantidad cifrada en 46 millones de euros. En septiembre saldremos de dudas. Si el juez Ruz admite la querella, el Barça y sus principales directivos tendrán un problema grave. Si sucede lo contrario, será una gran victoria judicial.