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El Barça es tan bueno, que los rivales parecen malos

Messi, Suaáez y Neymar forman un trio demoledor

Messi, Suárez y Neymar forman un trio demoledor / sport

josep mª casanovas

VOLVIÓ EL MEJOR MESSI. El Barça es una máquina de hacer goles: 10-0 en dos partidos. Un auténtico espectáculo de cinco estrellas. Un equipo tan bueno, que los rivales parecen malos. Hay que ser justos y generosos en los elogios, se lo merecen. Después de la soberbia demostración en el Bernabeu, la goleada de ayer a la Roma confirma el fantástico momento que atraviesa el equipo de Luis Enrique. Es un placer verles jugar, sorprende comprobar lo bien que se lo pasan, disfrutan como los niños en el patio del colegio. Volvió Messi y vimos la mejor versión del argentino, no regateó esfuerzos y corrió como el que más. La lesión está superada y lo que es más importante, olvidada. Jugó los noventa minutos, marcó dos goles y fue el faro de referencia. Cuando Messi es feliz en el campo el equipo automáticamente sube de nivel, por algo sigue siendo el rey. El 6-1 de anoche es la confirmación de que el campeón de la Champions quiere ser el primer club que repita título. La Roma no fue rival, el Barça hizo lo que quiso. Llegados a este punto, hay que valorar en su justa medida el trabajo del entrenador que ha conseguido que el equipo parezca una máquina perfecta juegue quien juegue. El Barça de Luis Enrique no tiene nada que envidiar al de Guardiola. Es un equipo con personalidad y estilo, con el carácter ganador de su técnico.

SUÁREZ, UN TIPO LISTO. Dada la importancia que tiene el gol, queremos destacar el papel de Luis Suárez que ha roto el mito de que el Barça jugaba mejor sin delantero centro. Ayer todos merecieron buena nota, pero queremos dar protagonismo al goleador uruguayo por sus inmejorables estadísticas. Once partidos de Liga y suma once goles. Cinco partidos de Champions y repite la marca, cinco goles. Salir a gol por partido es un mérito extraordinario teniendo en cuenta que juega al lado de Messi y Neymar que tampoco son mancos. Ayer metió el primero que siempre es el más meritorio por aquello de abrir la lata y después firmó un golazo que acredita su clase y estado de gracia. Suárez admira a Messi y valora a Neymar. Sabe que si el tridente son buenos amigos esto repercutirá en positivo en los partidos. El matador es un tipo listo y profesional, dentro y fuera del campo.