MI PARTIDO

El Barça también sabe jugar al contragolpe

Este Barça crece, está lanzado y muestra una solidez formidable

Este Barça crece, está lanzado y muestra una solidez formidable / sport

Josep Maria Casanovas

GOLPE DE AUTORIDAD. El Barça pasa a las semifinales por la puerta grande, con todos los honores, dando una lección de contragolpe y pegada. Este equipo crece, está lanzado y muestra una solidez formidable. Ganar dos veces en siete días al Atlético, que nadie lo olvide, campeón de Liga y subcampeón de Europa, tiene un mérito grande. Luis Enrique ha dado con la tecla mágica, con la alineación que funciona. Anoche en Madrid tuvieron que superar la prueba de encajar un gol en el primer minuto. No fue problema. Tuvieron aplomo y respuesta. Ni se acobardaron ante el juego duro del rival ni cayeron en las provocaciones. Por dos veces fueron por detrás en el marcador y acabaron ganando con una superioridad indiscutible. Lo que era inimaginable, sucedió. La segunda parte fue un paseo triunfal, sobraron 45 minutos. El Barça deja KO al equipo que había barrido al Real Madrid. Un golpe de autoridad en la Copa y un aviso de cara a la Liga. Con un Neymar deslumbrante que va a más en cada partido y un Messi que ya tiene los mejores compañeros de viaje, este equipo tiene una pegada fenomenal. Hacía muchos años que no jugaban con tanta efectividad al contraataque. La conexión entre Leo y el goleador brasileño está alcanzando su plenitud.

EL ESTILO ESTÁ EVOLUCIONANDO. El juego del Barça evoluciona sin perder las esencias. Ya no juegan a lo de siempre. Menos tiki taka en el centro del campo y más contragolpe con velocidad y verticalidad. La zona de transición ha perdido protagonismo en favor del tridente que se convierte en el objetivo y el fin. El primer gol barcelonista, el que anulaba el tanto inicial de Torres al minuto de juego, fue una clara demostración del nuevo estilo. Messi agarra un balón en el centro del campo y en dos toques lo coloca a los pies de Luis Suárez. El uruguayo levanta la cabeza y lanza un pase en profundidad al espacio para que Neymar con su gran zancada se adelante a Juanfran y con dos toques lo clave en la red. Los automatismos comienzan a funcionar. Messi es el capitán general, Neymar ya tiene galones de coronel y Suárez se esfuerza para no desentonar. Dos palabras para retratar a un árbitro joven a quien el partido le vino grande. Pitó un penalti que no era y se comió uno como una casa. Que no se queje el Atlético. El Barça ganó con justicia.