Al Barça sin Messi se le atragantan los desplazamientos

DEFENSA VULNERABLE. Nada que reprochar al equipo. Demostró actitud, intensidad y ambición. Mucho que reprochar al resultado ya que no refleja lo sucedido en el terreno de juego. El Barça, por juego y ocasiones de gol, no mereció salir derrotado de Sevilla. Entonces ¿por qué perdió? se preguntarán los que no presenciaron el partido por televisión. La clave de todo lo explican tres cifras. Estrellaron 4 balones en los postes. Realizaron 21 remates de los que 12 fueron a portería. Tuvieron muchas ocasiones y fueron incapaces de marcar, ya que el único gol lo consiguió Neymar de penalti. Luis Suárez no tuvo el día, Munir lo intentó y Neymar, que fue el mejor sin discusión, no tuvo fortuna. Es un problema que se arrastra esta temporada. Crean muchas ocasiones pero el tanto por ciento de acierto realizador está por debajo de la media. No es un problema grave pero sí preocupante ya que la ausencia de Messi se nota mucho más. Cuesta de entender que el Barça tenga hasta siete ocasiones claras de gol y no meta ninguna y el Sevilla llegue tres veces y marque dos goles. La reaparición de Bravo no fue mágica. El Barça ha cambiado su forma de jugar y no domina los partidos. El centro del campo es terreno de nadie y las transiciones de defensa a ataque y viceversa son mucho más rápidas al jugar al contraataque. Así se explica que cojan más veces desprevenida a una defensa que es vulnerable.

NEYMAR FUE EL MEJOR. Al Barça sin Messi se le atragantan los partidos en campo contrario. Perdieron contra el Celta y perdieron ayer en Sevilla. Desde los tiempos del Tata Martino no perdían dos desplazamientos consecutivos de Liga. Los goles salvadores de Messi se echan en falta ya que aparecía siempre en los momentos clave. Ahora miras al banquillo y no ves recambios con garantías a la hora de las sustituciones. Entre la sanción de la FIFA y las lesiones se le han cortado las alas al equipo. El año pasado a estas alturas –Jornada 7ª- el equipo solo había cedido un empate en Málaga. Ahora suma dos derrotas por lo que tiene cuatro puntos menos. Luis Enrique tira adelante con lo justo esperando que vengan tiempos mejores. Lo más positivo del partido de ayer fue la actuación de Neymar que se echó el equipo a la espalda y buscó con insistencia el gol. Es el único que desequilibra en el uno contra uno, el más incisivo, un jugador que marca diferencias por su velocidad y talento. Suma ya 58 goles en 100 partidos, un balance excelente que sin duda irá a más.