MI PARTIDO

Un Barça sacrificado y generoso que va por el buen camino

Messi cerró el marcador en el último segundo del partido, después de una tarde completa

Messi cerró el marcador en el último segundo del partido, después de una tarde completa, donde dio el primer gol / sport

Josep Maria Casanovas

UN PARTIDO CON DOS CARAS. El Barça no ganó por fútbol, ganó por corazón. La fe, el coraje y la ambición de conquistar títulos, es la virtud que distingue al equipo de Messi. Lo dan todo y luchan hasta el último minuto. Prueba de ello es que Leo marcó el segundo gol en el minuto 93. Es un equipo solidario en el esfuerzo y generoso en la entrega. No van de figuras y se ponen el mono de trabajo cuando es necesario. Son conscientes de que caminan por el alambre de la gloria, saben perfectamente que sin sufrimiento no hay recompensa. Supieron capear la superioridad del Valencia en la primera parte y después consiguieron el objetivo a base de control y dominio del balón. Sin tener el mejor día, sin dar espectáculo, conquistaron una victoria clave y a la postre merecida ya que fueron más efectivos y pragmáticos que el rival. Triunfó la experiencia, la fiabilidad, la competividad, virtudes de las que adolecieron el año pasado cuando no supieron ganar la Liga en casa el último partido ya que fallaron más que una escopeta de feria. Ahora se ve otro espíritu y una mejor preparación física. A todo esto hay que reconocer que el Valencia fue un gran rival pero cometió el error de no aprovechar sus oportunidades, que no fueron pocas. Para ganar la Liga tan dura como la española, hay que saber luchar, jugar con la cabeza cuando las piernas no responden. A estas alturas lo único que cuenta es el marcador y todo se puede dar por bien empleado a cambio de los tres puntos. No fue un partido para presumir pero sirve para mantener el liderato. La suerte de los campeones parece que está del lado del Barça.   

ENTRADÓN EN EL CAMP NOU. El Barça tiene que ir a la suya. No mirar por el retrovisor. Ganar sus partidos sin preocuparse de lo que haga el Madrid. Por algo es líder y ellos van chupando rueda. Sevilla y Valencia eran dos pruebas de fuego que se han superado con éxito ya que se mantiene el primer puesto. El equipo da sensación de solidez y no se achica ante las adversidades. Mentalmente están fuertes y deportivamente inspiran confianza. Compaginar Liga y Champions con éxito solo está al alcance de los más grandes. Otra lectura positiva del partido de ayer fue el magnífico aspecto que presentaba el Camp Nou a las cuatro de la tarde. 92.955 espectadores es un entradón, una respuesta magnífica del socio al llamamiento de Luis Enrique. Cuando el equipo y la afición reman en la misma dirección, las sinergias parecen imparables. Un partido menos y un paso más hacia el título. Saben jugar con el corazón y la cabeza. El triplete ha dejado de ser un sueño para convertirse en un objetivo. Es cuestión de ir partido a partido y no desmerecer ningún adversario. El Barça ha recuperado sus raíces, los jugadores tocan con los pies en el suelo y Luis Enrique sabe cuál es su papel rechazando cualquier protagonismo. Van por buen camino...