El Barça se juega el primer título

FINAL ANTICIPADA. Con el Madrid y el Valencia fuera de la Copa, el partido de esta noche en el Manzanares es la final anticipada. Un choque de cinco estrellas. Barça y Atlético saben perfectamente que se juegan un título. Los de Luis Enrique salen con la ventaja de un gol, pero los de Simeone tendrán a favor un ambiente terrible que se convertirá en una olla a presión. Es el típico partido donde la fuerza tiene todos los números para imponerse a la técnica, donde el coraje y la emoción levantarán chispas. El Barça sabe dónde va y dónde se mete. Los rojiblancos jugarán con el corazón por bandera. Los barcelonistas se tienen que poner el mono de trabajo ya que les espera un encuentro duro y largo donde necesitan marcar un gol para no sufrir más de la cuenta. El 1-0 es una buena renta pero puede quedar en nada si marca primero el Atlético. Por lo tanto, sería un error salir a defenderse ya que significaría menospreciar el potencial goleador de Messi y compañía. Lo importante esta noche es plantar cara desde el primer minuto, no achicarse, no dejarse comer el terreno, no ir a remolque del contrario. Esto exige concentración y entrega, presionar al rival y mover rápido el balón. Como lo hicieron los dos últimos partidos en casa contra el Atlético. Si pasa a semifinales, el Barça tendrá muy cerca el primer título. Si cae eliminado, volverán las críticas y las dudas.

BRAIDA, UN FICHAJE SORPRENDENTE. El Barça no deja de sorprendernos con decisiones que parecen más consecuencia de la improvisación que de la planificación. Si ya fue inesperado el despido fulminante de Zubizarreta de la noche a la mañana, anoche se conoció otra noticia que extraña a los aficionados, la contratación de Ariedo Braida, un italiano de 68 años que hace tiempo está retirado de la primera línea del fútbol. El presidente Bartomeu había anunciado que el sucesor de Zubi sería un técnico de prestigio que conociese el ADN Barça y ahora resulta que hacen todo lo contrario, se crea una comisión de esas que nunca deciden nada formada por dos directivos, Mestre y Bordas, y dos viejas glorias, Rexach y Braida. Es como volver al pasado. Está claro que ha sido imposible encontrar un técnico de prestigio que aceptara el cargo para unos pocos meses y se sacan de la manga una comisión para cubrir el expediente. Para esto era mejor que le hubieran dado todas las atribuciones a un hombre serio de la casa como Jordi Roure y se hubiesen evitado crear una comisión que tiene fecha de caducidad.