Alves rompe la baraja... pero tiene un comodín

LO QUE NOS PARECE MAL. El Barça abre otra caja de truenos. Una renovación que recomienda el entrenador y que desea el jugador, se ha envenenado. Dejaron pudrir el tema demasiados meses sin afrontarlo de cara y ahora les estalla en las manos. El ‘caso Alves’ salta a la palestra. Desde el 1 de enero el jugador brasileño podía negociar con el club que quisiera al quedar en libertad el 30 de junio. Pues bien, incomprensiblemente el Barça ha esperado al mes de abril para hacer una oferta al jugador que rápidamente ha rechazado. Cuando las cosas se hacen mal, suelen acabar peor. En una semana que no toca despistarse con otra cosa que no sea el partido de Sevilla, cuando no es bueno abrir una nueva polémica, la renovación de Alves es retransmitida con luz y taquígrafos. Un caso que se tendría que solucionar con una negociación secreta entre las partes, se convierte en una rueda de prensa que suena mitad a chantaje y mitad a despedida. La representante y exesposa del jugador, Dinorah Santana, facilitó ayer todos los detalles de la ruptura, no aceptan una renovación condicionada a los partidos que juegue. No sabemos si esto es un pulso para doblegar la postura del club y ganarse la opinión pública o el principio del fin. Lo que nos parece mal es que se discuta con las cartas boca arriba y en una semana donde se juegan la Liga.

NO DESCARTEN UN FINAL FELIZ. Alves ha terminado por convertirse en una patata caliente para el Barça. El pasado verano, antes de que se confirmara la sanción de no fichar de la FIFA, el Barça hizo negociaciones para traspasarle e incluso tenía en cartera los posibles recambios, Cuadrado, ahora en el Chelsea, y Danilo, que acaba de fichar por el Madrid. En estos momentos el puesto de lateral derecho se ha convertido en un gran problema. Alves no acepta la renovación a la baja y condicionada, Montoya no tiene la confianza de los técnicos y Douglas es un fichaje inédito que no aporta nada. Conclusión, la secretaría técnica de jubilados del club decide que lo menos malo es que continúe el brasileño al no poder fichar un recambio. Pues bien, la negociación se ha estrellado de salida. Alves está triste y dolido, su representante se considera engañada y el vestuario contempla atónico el trato que recibe un titular indiscutible. A Messi todo esto no le hace ninguna gracia, quiere que a su amigo le den el trato que merece. El último capítulo de este culebrón está por escribir. No descarten nada, incluso un final feliz, Bartomeu no quiere más problemas. Alves rompe la baraja, pero tiene un comodín.