MI VERDAD

Al 100% son imbatibles; al 70% son vulnerables

Leo Messi es el máximo goleador de la Champions con siete goles en cuatro jornadas

Leo Messi es el máximo goleador de la Champions con siete goles en cuatro jornadas / sport

JOSEP MARIA CASANOVAS

Los juicios sumarísimos siempre son peligrosos. Y más en el mundo del fútbol, donde un resultado tiene la fuerza mágica, para lo bueno y lo malo, de cambiar de la noche a la mañana. En consecuencia, no se debe analizar lo sucedido en Manchester sin la referencia de lo sucedido en el Camp Nou. En 15 días hemos pasado de una goleada convincente a una derrota que hace daño. O lo que es lo mismo, de un Barça arrollador a un equipo que se dejó pisar por un rival con más ambición y coraje. La diferencia estuvo básicamente en la actitud. Los de Luis Enrique jugaron en casa dispuestos a demostrarle a Guardiola que eran mejor equipo que en su época. Una actitud positiva con Messi como abanderado fue vital para lograr una goleada que castigó la inexperiencia del City.

Cuando el Barça juega al cien por cien es un equipo que provoca que los adversarios vayan a remolque. La cosas cambiaron en Inglaterra. Allí Guardiola planteó el partido como una final, el Manchester salió muy motivado e incluso sacrificó su concepto de juego de toque para buscar contraataques que hicieran daño a la frágil defensa barcelonista. Aprendieron la lección del Camp Nou. Sobrevivieron como pudieron la primera parte para remontar el partido cuando vieron que el Barça bajaba los brazos y Messi quedaba desconectado. Los jugadores ingleses, aupados por sus aficionados, se crecieron demostrando que la actitud puede ser tan importante como la técnica o la táctica. Toda la fe que tuvo el Barça en su campo la tuvo el City en su casa. Aquí estuvo la diferencia. El Barça al cien por cien es poco menos que invencible, pero cuando tiene bajas significativas como Piqué e Iniesta y el tridente no chuta, jugando al 70%, es vulnerable. Esto es lo que pasó en Manchester al margen de que Busquets esté lejos de su mejor forma, Ter Stegen se comiera un gol o Sergi Roberto cometiera errores de bulto. Faltó actitud en la segunda parte, es decir, ambición, sacrificio físico y competitividad.