Opinión Express

¿Por qué huele tan mal todo?

Montoya no ha tenido en los últimos meses las oportunidades que se merecía

Montoya no ha tenido en los últimos meses las oportunidades que se merecía / sport

Josep Capdevila

El FC Barcelona ha hecho público un comunicado en el que anuncia que Martín Montoya les ha hecho llegar su decisión "única" de desvincularse del club en el próximo mercado de invierno y, además, "traspasado". O mucho cambian las cosas o estamos ante los últimos días, quizás horas, del canterano en el club.

Es de suponer que con el comunicado lo único que hace el Barça es cubrirse las espaldas y que quede claro que es el jugador quien quiere irse. Ellos no le quieren echar, por supuesto que no. ¿Qué cuenta menos para Luis Enrique que cualquier jugador del filial? Eso es solo anécdota. Lo importante, para el Barça, es que quede claro que es Montoya quien se quiere ir.

El de Martín Montoya es uno de los casos más raros que recuerdo en el Barça. No hace mucho estaba por delante de un tal Carvajal como lateral derecho titularísimo de la selección española sub'21. Con Luis Enrique como entrenador del Barça B fue también titular indiscutible. Y ahora, de repente, parece que no sirve para nada.

Dicen que se ha quedado estancado. Que no ha tenido la progresión que se podía esperar de él. Puede ser. No podemos ver los entrenamientos y jugando poco le hemos visto para poder opinar. Pero su caso me huele mal. Muy mal. Como muchas otras cosas que pasan, mirando ya solo a nivel deportivo, en este club. Kross, Isco, Vermaelen, Douglas, son muchos casos que cuestan de entender. ¿Por qué la cantera cuenta cada vez menos para el primer equipo? (Contra el Espanyol, solo cinco canteranos titulares) ¿Por qué se renuncia cada vez más al juego de toque, posesión y de participación de los jugadores del centro del campo en el juego del equipo? (Por primera vez, en las estadísticas de la Champions no aparece ningún jugador del Barça entre los que más pases dan).

Volviendo a Montoya, no puedo entender ni la actitud de Luis Enrique (no hacerle jugar por ejemplo en el partido de Huesca) ni sus declaraciones (pedirle que no arroje la toalla, que siga entrenando fuerte...) que se ha demostrado que se han quedado solo en palabras, vacías de contenido y con muy poca credibilidad.

Si, los resultados no son del todo malos, pero tampoco lo eran en los primeros meses de la temporada pasada, y luego ya se vio como acabó todo como el rosario de la Aurora. Pero están pasando demasiadas cosas. Demasiados expedientes X. Y no me gusta.