Poco ruido y muchas nueces

El verano no sería verano sin los rumores de altas y bajas en todos los equipos de todos los deportes. Es un continuo. Cada día salen nombres y más nombres. Jugadores que se van, jugadores que llegan, clubes que buscan, clubes que no quieren... Y así se llenan horas y horas en radio y televisión y páginas y páginas en la prensa. Y todos contentos.

En las últimas horas o días parecería, por ejemplo, que ese Barça B que desgraciadamente bajó de categoría tiene en sus filas a auténticos cracks. Ofertas por Grimaldo, por Halilovic, por Adama, por Samper... Y si nos fijamos en el primer equipo, ahí siguen vivos los nombres de Fernando Llorente, Abdennour... Y estamos hablando solo del Barça. Multipliquen eso por los otros 19 clubes de Primera División, todos los de Segunda A, los más importantes clubes europeos...

Creo que fueron los italianos los primeros que crearon en sus medios una sección fija: Calciomercato. Y la tienen abierta los 12 meses de año. Poco importa si estamos en verano o Navidad, las dos únicas épocas en que se puede realmente fichar. El calciomercato funciona todo el año. Y los demás, poco a poco, nos hemos ido apuntando a esa moda.

Y es que el mundo del fútbol cada vez se mueven más y más poderosos intereses. El director deportivo que tiene que dar la sensación de que trabaja mucho. El representante que sabe que cada traspaso que consigue es dinero fresco también para él. Los jugadores a los que ya les va bien que se hable de ellos. Y suma y sigue.

¿Y al final, qué? Pues mucho ruido y pocas nueces. Evidentemente que se cerrarán fichajes y traspasos, faltaría más. Pero ya verán como serán bastantes menos de los que se especulan estos días. Eso si, todos, jugadores, directivos, técnicos, representantes, periodistas y lectores, habremos pasado un verano bastante distraido...