LA OPINIÓN

Solo faltaría que Piqué no tuviera derecho a opinar...

Piqué, en su entrada a la sala de prensa

Piqué, en su entrada a la sala de prensa / sport

Joan Vehils

LIBERTAD DE EXPRESIÓN. Gerard Piqué entró ayer en un terreno peligroso pero lo hizo con educación, respeto y coherencia. Lo digo, porque no es muy habitual que un futbolista hable de política y menos aún que se pronuncie en primera persona sobre sus ideales. Sin embargo, en este aspecto, Gerard es un deportista de élite atípico. El pasado 11 de septiembre, el propio Piqué mandó un tuit en el que mostraba una fotografía suya, junto a su hijo, formando parte de la ‘V’ en favor de que el próximo día 9 de noviembre se pueda votar en Catalunya. Ayer, en rueda de prensa, lo dejó claro: “Apoyo la consulta, pero no hay duda: llevo once años con España”. No habían pasado ni unos segundos que ya recibía las primeras críticas. ¡Solo faltaría que Piqué no tuviera derecho a opinar! Es verdad que es un futbolista pero eso no es sinónimo de ser tonto... Piqué es un tipo inteligente y mucho más preparado de lo que algunos piensan. Otra cosa es que esté mejor o peor físicamente que hace dos años o que los periodistas consideremos que su rendimiento, como el mismo dijo, debe mejorar. Pero de ahí a criticarle porque se expresa libremente... 

EL JUEZ NO SE ANDA POR LAS RAMAS. El lamentable juicio entre presidentes y directivos del Barça puede tener resolución final mucho antes de lo previsto. El juez no quiere que las rencillas entre unos y otros alargen el proceso y quiere ir al grano. Así que no se descarta que a finales del próximo mes de octubre dicte la sentencia definitiva.