Sobre el saludo entre Messi y Luis Enrique

la mejor imagen. Messi y Luis Enrique eligieron el mejor día para demostrar a los culés y a los anticulés que sus discrepancias personales son agua pasada. Mientras los jugadores se abrazaban y se hacían fotos con Xavi, Messi se acercó a la banda, chocó la mano con su entrenador y los dos se abrazaron. Ni se besaron ni se recrearon en el encuentro pero tampoco hacía falta. La imagen de cordialidad entre el crack y el técnico supone un respiro para el barcelonismo. Es verdad que en público siempre ha existido un respeto mutuo pero... Sin embargo, esta vez, la imagen habla por sí sola. Por un lado, se entiende que Luis Enrique no tendrá ningún problema en continuar y, por otro, que el líder del equipo ha bendecido el trabajo de su entrenador. Pues eso, que mientras el Camp Nou lloraba emocionado el adiós de Xavi, en un rincón del césped del Camp Nou se sellaba la paz entre dos de las piezas más importantes de la plantilla. A todo esto, cuentan algunos de los jugadores importantes de este Barça que en el vestuario no se respiraba tan buen rollo como ahora desde hace algunos años. Van todos a una y no hay bandas. De hecho, se ve. El sábado, tras el encuentro, pudimos apreciar cómo las mujeres de los futbolistas y sus hijos disfrutaban de la fiesta como si todos formaran parte de la misma familia. Sería bueno que a partir de ahora siempre que exista algún problema, los futbolistas se acuerden de Xavi. De su espíritu conciliador, de su generosidad y de su estima por el Barça.