LA OPINIÓN

Rosell y Messi ya están tardando en arreglarlo

Joan Vehils

MESSI HABLA. Leo Messi ha tardado diez días en mostrar públicamente su cabreo. Entiendo que al jugador le molestaran las palabras del vicepresidente Faus pero no comprendo la estrategia que ha utilizado y, menos aún, el tiempo que ha tardado en responder. Si uno se calienta, contesta y punto. Cuando se lo piensa demasiado es que hay algo más y eso es lo que realmente preocupa. Ayer, el periodista Jordi Basté se marcó el tanto periodístico al conseguir esas duras declaraciones, sin embargo, alguno de los asesores de Messi le tendría que haber advertido que el nombre del Barça también saldría muy perjudicado. Las palabras de Leo han dejado en un segundo plano la campaña contra Messi que hace días se agita desde Madrid pero lo peor es que ahora, entre unos y otros, han servido en bandeja un nuevo conflicto a la caverna mediática.

ROSELL CALLA. Algo falla cuando el presidente más futbolero de la historia del Barça es el que más problemas está teniendo con sus futbolistas. Todavía no sabemos por qué se va Valdés cuando descubrimos que hay problemas con Leo. El presidente ya va tarde. Ayer mismo tendría que haber hablado con Messi, sin intermediarios de por medio, y cuanto menos suavizar el tema. Citarse y cerrar la polémica. Cada minuto que pasa perjudica la imagen del Barça y deteriora una relación que debería ser modélica. Al número uno, siempre hay que tratarlo como un número uno, bien sea en el tema económico como en el personal. Por favor, actúen rápido.