La Opinión

La primera noche feliz de Luis Enrique

Luis Enrique da instrucciones a su equipo en El Madrigal

Luis Enrique da instrucciones a su equipo en El Madrigal / sport

JOAN VEHILS

UNA FINAL MERECIDA. A Luis Enrique le hemos criticado su agria actitud en algunas ruedas de prensa y no nos ha gustado el juego que el Barça practicó durante los inicios de la temporada. Sin embargo, conforme pasaban los días, el equipo ha ido mejorando y el Barça es el único club de España y uno de los siete elegidos de Europa con opciones de conquistar el triplete.

Es cierto que no se ha ganado nada, pero las sensaciones son buenas y nada tienen que ver con lo que sentíamos hace tan solo un par de meses. Por tanto, discrepancias al margen, hoy hay que felicitar a Luis Enrique. Y hay que hacerlo por su tenacidad, por su trabajo, por demostrar su fortaleza en los momentos difíciles y por saber rectificar a tiempo. Ayer, por fin, fue una noche feliz para el asturiano. Por unos instantes, aparcó ese constante sufrimiento que le acompaña desde los inicios de la temporada y, a su manera, lo celebró con los suyos.

Otro de los que respiró a fondo fue el presidente del Barça. Entre polémica y polémica, disputar una final es un fantástico regalo para Bartomeu. Por el momento, ya sabemos que las elecciones no se adelantaran más de lo previsto y eso puede resultar decisivo para su candidatura.

Si el equipo sigue resistiendo en la Liga y avanzando en la Champions, el presidente puede dar la vuelta a esas encuestas internas que le siguen situando por detrás de Laporta. Por su parte, el Espanyol se quedó a las puertas de jugar otra final de Copa nueve años años después. Una pena para los blanquiazules, a los que les traicionaron los nervios.