La opinión

Y parece que ocho años y medio no son nada...

El triplete, en una imagen de archivo

El triplete, en una imagen de archivo / sport

Joan Vehils

El tiempo corre. Sentado frente al ordenador, uno  no tiene la sensación de que han pasado ocho años y medio al frente de SPORT. Nunca olvidaré aquellas primeras conversaciones con Asensio y Casanovas antes de que me nombraran director. He vivido la mejor etapa de la historia del Barça y he disfrutado, en primera persona, de tres de las cinco Champions, además de Ligas y Copas. Vibré como nadie el año de los seis títulos... Es verdad que no ha sido un viaje de rosas, que ha habido momentos complicados  y que hemos tenido que lidiar con una crisis económica que ha afectado especialmente al sector de la prensa, pero, aun así, volvería a repetir. Visto el panorama, podrían pensar que estoy triste y abatido pero me ocurre todo lo contrario. Estoy feliz. Feliz porque el nuevo director de SPORT, Ernest Folch, es, además de amigo, un tipo fantástico. Los que no le conocen ya lo irán descubriendo. Y feliz, porque el presidente del Grupo Zeta, Antonio Asensio, y su equipo directivo siguen confiando en mí en una nueva responsabilidad. O sea, que me voy pero sigo aquí, en la casa. Además, seguro que Ernest me dejará de vez en cuando sacar la cabeza por alguna página de mi estimado SPORT. Pues eso, gracias a todos, especialmente a mis colegas de redacción que tanto me han ayudado y a los lectores, claro, sin ustedes no tiene sentido nuestra profesión. Pues eso, que si no fuera porque ahora tengo tres hijos (solo tenía uno cuando aterricé en la cuarta planta) y ya soy un cincuentón, me atrevería a decirles que en lugar de ocho años y medio, solo hace cuatro días que llegué a este despacho desde el que hoy escribo con la satisfacción del deber cumplido. ¡¡¡Hasta pronto y a por el triplete!!!