LA OPINIÓN

La lectura positiva de los cabreos de Messi

Messi, decepcionado tras fallar el penalti en Manchester

Messi, decepcionado tras fallar el penalti en Manchester / sport

Joan Vehils

Ultramotivado. A Messi se le vino el mundo encima cuando falló el penalti en el último minuto. No es nuevo. Leo es uno de esos futbolistas que suele terminar cabreado muchos de los encuentros que disputa. Es tan competitivo que solo queda satisfecho cuando ha jugado bien y el equipo ha ganado. El martes, en Manchester, hubiera querido desaparecer. Dos fallos consecutivos, el penalti y el posterior remate de cabeza, en el minuto noventa es de las peores cosas que le pueden pasar al argentino. Por eso, sus compañeros, apenas se acercaron a consolarle.

Con cualquier otro jugador el equipo se hubiera volcado para tratar de animarle pero a Messi solo le puede animar Messi. No obstante, todos sus cabreos tienen una lectura positiva. El único problema es que no hay partido hasta el sábado porque si por él fuera ya estaría jugando de nuevo para poder lanzar otro penalti y olvidar esta pesadilla. Ojalá todos los futbolistas fueran tan competitivos, orgullosos y seguros de sí mismos como Leo. Además de sus fantásticas cualidades físicas, lo mejor de Messi es su fuerte carácter.

Hay quien solo le ve como un hombre callado y tímido pero en realidad se trata de un futbolista con una fortaleza mental tan fuerte que cuanto más se le complican las cosas más hace para superarlas. Verán el sábado en Granada como sale de enchufado. Tras el error de Manchester alguien tendrá que pagar los platos rotos. A mí no me gustaría ser el portero o un defensa del equipo andaluz. Que se preparen aunque el partido sea a las cuatro...