Donde mejor habla Messi es en el campo

LA FELICIDAD DEL CRACK. Durante la semana, Messi había sido noticia por unas declaraciones en las que medio dijo algo que no quería decir. O que no pensaba, para ser más exactos, según las aclaraciones de su propio padre y de todos aquellos que están en contacto con él. Pero a la hora del partido contra el Sevilla, habló claro, clarísimo, como solo él sabe hacer: con fútbol y goles. Su decimoséptimo ‘hat trick’ en la Liga no fue un ‘hat trick’cualquiera, es el que le ha hecho pasar a la historia como el máximo goleador de la competición, el que le ha hecho llegar a los 253 goles, una cifra espectacular que muy pronto, quizás el próximo domingo ante el Valencia, quedará pequeña. Primero, el golazo por la escuadra en lanzamiento de falta directa con el que igualó a Zarra; luego, una gran acción con pase final de Neymar que remató casi en la misma línea de gol con la que ya superaba al histórico delantero del Athletic; y por último, la guinda, una jugada marca de la casa, uno de esos slaloms mágicos con chut imparable. ‘Hat trick’ y 253 goles, lo nunca visto.

Afortunadamente, seguiremos viendo goles de Messi vestido de azulgrana. Y celebrando títulos, porque Messi es patrimonio del club, historia viva del Barça, no se irá nunca, no dejaremos que se vaya. El Camp Nou coreó ayer su nombre por enésima vez y Leo sonrió. Y cuando Leo sonríe uno se siente tranquilo, porque si Leo es feliz el Barça seguirá ganando. Ya lo verán.