Carta abierta al entrenador Pep Guardiola

Querido Pep, puede que esta noche tu Bayern pierda en Madrid. Puede, incluso, que el Madrid os elimine en semifinales. Sin embargo, y te lo digo hoy, creo que eres el mejor entrenador del mundo. Algunos dirán que esta es una opinión oportunista y a esos los remito a leer lo escrito en este mismo espacio desde el día que Laporta te nombró entrenador del Barça. Entonces, cuando muy pocos creían en ti, algunos apostamos ciegamente por tu persona. Es cierto que por aquellos tiempos eras un técnico inexperto y novato, pero quienes habíamos seguido de cerca tu trayectoria estábamos seguros de que triunfarías. Tu afán por hacer bien las cosas, tus conocimientos del club y del mundo del fútbol, tu obsesión por el trabajo bien hecho y, sobre todo, tu pasión por el Barça... Luego, es cierto que he criticado algunas de tus actuaciones personales y sé que te ha molestado. Bueno, creo que más a tu entorno que a ti mismo. No importa. A veces, un poco de crítica humaniza a las personas. No obstante, sigo pensando que el segundo mejor entrenador del mundo está a años luz tuyo. Solo Tito Vilanova pudo estar a tu altura aunque apenas tuvo tiempo para demostrarlo. Ahora, me alegro de que triunfes en Alemania, donde sabemos que una romería de amigos y seudoamigos acuden regularmente a visitarte. Algunos, como Evarist Murtra, vienen a verte porque te quieren, otros para poder explicarlo y unos pocos para utilizarlo. También es verdad que muchos querrían ir y no saben cómo hacerlo. Eso es el Barça. Qué te voy a contar. En fin, que tengas suerte esta noche. Ya sabes, los culés confían en ti para que le des un repaso al Madrid. Por mi parte, solo decirte que me gustaría que algún día regresaras al Barça. Por cierto, como te fuiste tan deprisa y no pudimos despedirnos, solo me queda desearte éxitos y trasladarte un fuerte abrazo.