LA OPINIÓN

El Barça también debería plantearse vender a un crack

Joan Vehils

FIN DE CICLO. La mayoría de los jugadores de la etapa Guardiola merecerían renovar de por vida con el Barça. Seguro que esa afirmación la comparten buena parte de los aficionados culés. Sin embargo, alguien debe impedir que dentro de unos años la mayor parte de la plantilla del Barça esté formada por ilustres veteranos con sueldos estratosféricos. Eso, que no es fácil plantearlo y muy complicado de ponerlo en práctica, es una de las decisiones más difíciles de los actuales gestores del club. ¿Quién le dice ahora a Iniesta que no le da lo que pide? Lo fácil para un presidente y su junta es ir diciendo amén a todo. No renovar a un crack representa enfrentarse a la afición y a la oposición con el consiguiente desgaste que supone para los administradores de la entidad. Si Rosell aseguró que quiere volver a presentarse a las elecciones es que piensa ganar otra vez y eso supone que tarde o temprano tendrá que decir no a alguno de los grandes. ¿Sería un sacrilegio vender a Xavi o Iniesta, por nombrar a alguno, si llega una oferta multimillonaria por ellos? Desde el punto de vista estrictamente económico sería un negocio redondo. Un jugador de coste cero que ha dado los mejores años de su vida en el Barça y, encima, al final de su carrera, el club recibe un ingreso importante. Visto así, no hay debate. Otra cosa es el tema sentimental... Rosell ha demostrado ser valiente en muchas de las decisiones que ha tomado pero de ahí a desprenderse de un crack hay un abismo. No es lo mismo pasar a la historia por fichar a Ronnie o Neymar que por vender a un jugador estimado. No obstante está obligado a planteárselo.