LA OPINIÓN

La ambición de Luis Enrique frente a la euforia blanca

Luis Enrique derrocha ambición y esa es la mejor arma para afrontar un partido como el del Bernabéu

Luis Enrique derrocha ambición y esa es la mejor arma para afrontar un partido como el del Bernabéu / sport

Joan Vehils

Apuestan por la goleada. Esta semana he estado dos días en la capital y eso da para que uno pueda hacerse la idea de lo que sienten buena parte de los madridistas. He podido conversar con políticos, periodistas, deportistas y taxistas y la mayoría piensa que el Madrid goleará al Barça. Cinco a cero, cuatro goles, tres... Diría que no hay nadie en Madrid que crea que los culés pueden dar el golpe en el Bernabéu. Es más, el clima de euforia que se respira es tan alto que puede beneficiar al Barça. Digo esto porque cuando un equipo siente la necesidad imperiosa de ganar puede acabar perjudicado por la presión. El Barça también quiere ganar pero es consciente de que no será fácil. Ayer, Luis Enrique apareció en la sala de prensa con prisas. Tuve la sensación de que el entrenador estaba pensando más en reunirse con su equipo para seguir preparando el partido que en contestar a los periodistas. Luis Enrique intentó con éxito no meterse en ningún berenjenal y acabar cuanto antes la ronda de preguntas. Lo logró pero además dejó claro que saldrán a por la victoria desde el primer minuto e incluso confirmó que jugaría Luis Suárez. Es bueno tener un entrenador con las ideas claras, ambicioso y con carácter y encima que sepa transmitir sus sentimientos a los jugadores. Seguro que la combinación de un técnico que motiva, unos jugadores excelentes y un cierto sentido de la prudencia es mucho más equilibrado que un grupo de futbolistas y aficionados que creen que han ganado el partido.