Ahora, más que nunca, Barça...

La hora de la verdad. Hemos entrado en esa fase de la temporada en la que todo entrenador, jugador y aficionado desea estar. El de los grandes equipos, el de las grandes estrellas. El momento de la verdad, por el que han estado trabajando todo el año. Es la hora de luchar por los títulos. Es el momento de demostrar de qué pasta está hecha este Barça. En un club tan complejo, maravilloso e incluso caínita como es el FC Barcelona, sólo hay una cosa que nos pone a todos de acuerdo: la conquista de la gloria.

Hoy, el Barça se juega en Villarreal estar en la primera final de la temporada, la de la Copa del Rey. En las próximas semanas, luchará por plantarse en los cuartos de final de la Champions League, algo que ya toca con la yema de los dedos. Y a los pocos días, recibirá al eterno rival, al Real Madrid, para dilucidarse si el equipo de Luis Enrique continúa siendo candidato al título o no. Por lo tanto, vienen días de máxima tensión y emoción, que exigirá al barcelonismo un compromiso verdadero: unidad. Fíjense si es así que, al margen de otras lecturas, hasta el mismísimo ex presidente Joan Laporta coincide con Josep María Bartomeu: no toca hablar de elecciones hasta que el equipo tenga opciones de ser campeón en alguna competición. Ese debería ser el espíritu predominante, apoyar al equipo sin condiciones. Hay mucho en juego. Todo... Esa responsabilidad la ha entendido y la ha asumido el vestuario azulgrana que, de alguna manera, ha sabido extraerse, como puso de moda Bartomeu, del ruido exterior. No olvidemos que el Barça no levantó ningún título la temporada pasada. Toca volver a la senda del éxito porque este debe ser el nivel de exigencia para todos. Así que a arrimar el hombro.