ESTO ES LO QUE HAY

Recuperando la cantera

Pedro Rodríguez

Pedro Rodríguez / sport

Joan Mª Batlle

No cabe duda de que la cantera se ha convertido en la máxima preocupación de la estructura deportiva del Barça. Ya no salen jugadores que marquen la diferencia para el primer equipo, el Barça B ha bajado a Segunda B y los fichajes llegan a golpe de talonario, algo que no debe ser consecuencia de una nueva política deportiva sino fruto de una necesidad puntual a la que se ha de dar la vuelta lo antes posible.

Nos guste o no nos guste, que no nos gusta, lo cierto es que desde el año pasado los refuerzos han llegado de fuera. Miren, si no: Bravo, Ter Stegen, Douglas, Mathieu, Vermaelen, Rakitic, Suárez, Aleix Vidal y Arda Turan. Mientras, la cantera ha aportado a Masip, Rafinha, Munir, Sandro y Samper. Pero se han ido Deulofeu y Montoya y Pedro, el gran Pedro, se quiere ir. Y los mejores del B, Adama, Halilovic o Grimaldo, también se huelen la tostada y preferirían seguir su carrera lejos del Camp Nou.

No es esta la situación ideal, no. Por lo tanto, no vale excusarse detrás del tópico de que esto de la cantera va por hornadas. La obligación de los responsables, directivos y deportivos, es preguntarse qué pasa y buscar soluciones. Ya no solo es un tema económico, sino una cuestión de concepto y de filosofía del club que entiendo que ha de ser irrenunciable. En este sentido, me consta que hay preocupación en el club. Tanta, que el cambio más importante de la estructura deportiva es la creación de la figura de un secretario técnico para el Barça B y los juveniles, es decir, la cumbre del fútbol formativo. Pep Segura, un auténtico especialista que ya sobresalió al frente de la cantera del Liverpool, tendrá la responsabilidad de cambiar la tendencia. Cuentan en el entorno del fútbol base que una de las cosas a corregir es la tabla salarial, que eso de pagar fichas altas y tener asegurado el salto al primer equipo por contrato hace que demasiados jóvenes se lo tengan creído antes de tiempo y pierdan hambre de títulos y gloria, algo que para un futbolista, y no solo de esas edades, es fatal. A lo mejor, hay que recuperar valores y para ello el fichaje de un secretario técnico específico con plenos poderes que marque la línea es una buena solución.