ESTO ES LO QUE HAY

A propósito de Claudio Bravo y Ter Stegen

Claudio Bravo, portero del FC Barcelona

Claudio Bravo, portero del FC Barcelona / sport

JOAN Mª BATLLE

Si les he de ser sincero, lo que por otra parte es mi obligación, nunca pensé que el relevo de Víctor Valdés fuera tan acertado y efectivo. Estamos hablando de uno de los mejores porteros de la historia del Barça que antes de lesionarse, pero también después de que anunciase su traumática salida del club, paraba lo imparable y hacía aún mejor al mejor equipo de la historia del club. Valga tanta redundancia para valorar a Valdés y situar el grado de dificultad de encontrarle un sustituto. Llegó, primero, Ter Stegen, muy joven aún para un reto de tamaña envergadura y Luis Enrique y Unzué apostaron, poco después, por Bravo, internacional chileno que en la Real Sociedad había cumplido, pero tampoco era para entusiasmar al personal. Me alegro de haberme equivocado. El acierto ha sido total y el rendimiento de ambos, aunque especialmente de Bravo, inmediato.

DOS SEGUROS DE VIDA. Con ellos, el Barça ha pasado de una larga etapa en la que el portero titular, Valdés, no podía ni constiparse a tener dos seguros de vida en la portería. Eso, sin ocultar que la titularidad de Pinto en la Copa ponía de los nervios a más de uno y ahora todos dormimos tranquilos aunque el suplente juegue la mismísima Champions. Pero tanta alegría también tiene inconvenientes. Los dos quieren jugarlo todo y los dos se han cargado de razones para ello. El veterano quiere sentir la Champions como una competición mucho más suya de lo que la siente ahora y el joven, que como todos los jóvenes quiere comerse el mundo, está cansándose de esperar. El Barça premiará a Bravo con una renovación y a Ter Stegen le declara intransferible como prueba de máxima confianza. Ahora bien, jugar solo podrá jugar uno, así que Luis Enrique tendrá que decidir. Igual un cambio de roles podría contentar a los dos, pues Bravo tendría su Champions y Ter Stegen, su Liga.