Por un 2015 cojonudo

Sensaciones. Futbolísticamente hablando, el año 2014 ya ha terminado. Y aunque para Luis Enrique haya sido un año cojonudo, que para él lo ha sido porque fichar por el Barcelona es el sueño de cualquier entrenador, para el Barça no lo ha sido. Un año sin títulos es siempre un año malo. Pero es que, además, el club ha sufrido muchas turbulencias institucionales, la dimisión de un presidente, juicios (Neymar, Laporta), sanciones... ¡De cojonudo, nada!

Dentro de lo malo, si algo tiene el fútbol es que ofrece infinitas posibilidades de reacción. Prácticamente una cada semana y la verdad es que acabar el 2014 a un punto, a falta de un partido del líder, del que dicen que es el mejor Madrid de la historia, no es nada irremediable. Y en la Champions se ha cumplido el objetivo de pasar como primero de grupo. O sea que tranquilidad y buenos alimentos.

Otra cosa son las sensaciones. Y aquí la cosa cambia porque al equipo no se le ve con la sexta o séptima marcha que en los buenos tiempos ponía para arrasar a sus rivales. La afición entiende que es un Barça terrenal y que depende más que nunca de Messi, lo que tampoco debería ser un problema, la dependencia de Messi, digo, porque esto lleva años siendo así.

Más sensaciones: los fichajes. No son la panacea que se suponía indispensable para abordar un cambio de ciclo y esto afecta a la confianza en el Director Deportivo y el entrenador. Y la última sensación: si todo esto pasa es porque la directiva no está acertada. Así que las encuestas salen como salen.

Pero todas estas sensaciones pueden cambiar si el equipo mejora y se ganan títulos. Y si el TAS perdona o rebaja la sanción. Y si se firma la paz entre los ismos del club... ¿Difícil? Sí, unas cosas más que otras. Pero en estas fechas prefiero ser positivo y brindar por un 2015 cojonudo de verdad. Para ustedes y para el Barça, no solo para Luis Enrique, ¡eh!